sábado, 26 de diciembre de 2009

Internet, cultura y ciberchancleteo

› Yoani Sánchez "burló" el cerco policial, pero no el de Cambios en Cuba

Hay muchos problemas en esta Cuba de hoy, comprometida en demostrar que en una sociedad suficientemente culta, sin clases antagónicas, pueden definirse consensualmente objetivos que convoquen la voluntad de las personas a su consecución, sin aspiraciones de protagonismos, absurdas “luchas” por intrascendentes liderazgos, ni endiosamientos de individuos que paralicen la democracia participativa y entronicen el voluntarismo como gestor social, pues es esta una tarea de enormes proporciones históricas.
Hay muchos problemas en Cuba, por ser esta una nación que aspira a probar que si los integrantes de una empresa socialista tienen una comprensión clara de los elementos de los que depende su producción —gracias a una gestión transparente e inclusiva en todos los sentidos—, que permita la transformación de sus participantes en re-creadores activos (conscientes) de su entorno productivo, ellos serán capaces de desplegar colectivamente valores éticos desconocidos en cualquiera de las formaciones económico-sociales anteriores, y lograr así, creativamente, resultados productivos desconocidos en ellas, a partir de la aceptación de la identidad esencial de los seres humanos y el uso racional de las diferencias funcionales que se deriven de sus peculiaridades genéticas y las particularidades de sus circunstancias personales.
Hay muchos problemas en Cuba, pues lejos de plegarse a atizar la competitividad de los seres humanos socializados para superar logros anteriores y a potenciar su egoísmo ingénito y los estrechos sentimientos nacionales a través de burdas relaciones mercantiles, ella levanta el amor, la solidaridad y el internacionalismo, como factores decisivos para vencer obstáculos.
Hay muchos problemas en Cuba, ya que —negada en aceptar la inevitabilidad de la acción predadora de los humanos, de su consumismo irracional y del exceso material en calidad de fin individual de la existencia humana— enarbola la racionalidad asumida, el disfrute de los bienes disponibles mientras se afana sensatamente por adquirir lo posible sin lamentar la carencia de lo imposible, y organiza su sociedad para distribuir las riquezas a fin de que cada quien acceda, paulatinamente y con la mayor libertad dable, al estado de suficiencia (y puntualmente de abundancia) material y espiritual que le permita la definición del sentido de su propia existencia.
Hay muchos problemas en Cuba por oponerse a esa visión simplista de los seres humanos, de conformidad con la cual —tras el inevitable proceso de enajenación que sufre el individuo en las sociedades sesgadas por antagonismos de clases y el despojo correspondiente de sus poderes— el miedo aparece como única fuerza motriz del psiquismo humano y regulador biológico de las relaciones sociales, hasta hacer de la colectividad una masa bruta, despersonalizada, indistinguible y fácilmente manipulable, ansiosa de entretenimiento fácil, idiotizante, conducente a la maduración tardía y al comportamiento irresponsable de los individuos.
Hay muchos problemas en Cuba, asociados a la construcción de una sociedad que despliega cotidianamente ingentes esfuerzos en las esferas de la instrucción, la educación y la diseminación de la cultura para crear las condiciones de que en su seno se gesten seres con propósitos, que asuman la voluntad, debidamente potenciada en sociedad a través de la razón y el dominio precedente de las artes y las ciencias, en calidad de impulsor primordial del individuo.
Finalmente y sobre todo, hay muchos problemas en Cuba, porque esas enormes tareas son abordadas en medio de una situación económica muy tensa y bajo un acoso económico sin precedentes.
Y a todos estos problemas, la bloguera dio una panacea salvadora… Una solución a las restricciones religiosas no institucionales que subsisten, una vía para el fortalecimiento de la integración sexual y racial a nivel de consciencia individual, para incrementar las producciones agrícolas e industriales en la nación y abaratar sus costes y precios al consumidor, para modificar las condiciones de pobreza sistémica y las asimetrías estructurales heredadas del pasado que alimentan conductas antisociales, para salvar la erosión del entorno que provoca en Cuba el deterioro ecológico ocasionado por las grandes economías, para ampliar la participación ciudadana en los problemas que le atañen… Ella, orgullosa de sus palabras, dijo que lo que hacía falta era chancleteo.
En el ámbito nacional, ante la reiteración de los mismos nombres en los podios de premiaciones, muchas personas que compartimos la visión martiana de que toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz, nos hemos preguntado más de una vez cuánta merma provocaría en la creación de referentes sociales la omisión de algunos de esos galardones, no por desmerecimiento del homenajeado, sino por impedir que la insistencia opaque la celebridad. La tarde del recuento, Rosa Miriam Elizalde, notable periodista y directora del sustancioso sitio de ensayo, opinión y pensamiento http://www.cubadebate.cu/, en su contundente respuesta a la bloguera hizo ver cuánto peor que idear un honor nuevo para una personalidad real ya conocida es inventar un personaje de ocasión para un inmerecido trofeo.› Leer Más

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