Por Edmundo García
Buena parte de la prensa de Miami escamoteó la actuación de los deportistas cubanos en la recién finalizada Olimpiada de Londres 2012 bajo el pretexto antideportivo de que no le interesaban las competencias sino lo que sucedía alrededor de ellas, “tras bambalinas”. Una justificación para silenciar la actuación estelar de la delegación olímpica cubana y politizar incidentes que nada tuvieron que ver con la lucha por las medallas; un rejuego para prestarse a la discriminación de siempre, porque cuando no se trató de Cuba no tuvieron inconvenientes en informar lo que sucedía delante o debajo de dichas “bambalinas”.
El material sensacionalista que se buscaron para evitar el tema específicamente deportivo fue bastante sospechoso. Más que acontecimientos diría mejor que reportaron provocaciones, porque los hechos que la prensa servil de Miami encontró tras las Olimpiadas tienen todas las características de ese tipo de acciones premeditadas contra Cuba que después de ser grabadas en un teléfono celular son divulgadas por una red que incluye sitios en internet, emisoras de radio y algunas televisoras no solo locales, porque en el caso de la cadena Univisión existe la intención de convertir esto en un foco de atención nacional. Siguieron esta vez el mismo patrón que cuando han inventado protestas en la escalinata de la Universidad de La Habana o en el Capitolio, rebeliones en Palma Soriano, desalojos en las Iglesias o toque de calderos en un agro mercado: se envía a un par de personas a provocar, se filma en un celular desde lejos y se le monta un audio y luego se envía a los politiqueros en Miami para que estos lo repartan a la prensa manipulada que se encargará de circular la calumnia unas horas o días hasta que inventen otra patraña semejante.
Hay que ser muy malintencionado para usar unos supuestos turistas en Londres con el fin de envolver a dos o tres atletas cubanos, sacarles conversación sobre le fecha de sus actuaciones y en medio de eso proponerles negociar regalos como camisetas y tabacos, para entonces filmarlos y tratar de desprestigiar al deporte cubano. Y hay que ser inmoral para presionar a un deportista cubanoamericano por haber saludado al bicampeón olímpico y Vicepresidente del INDER Alberto Juantorena, hasta el punto de hacerle embarajar el saludo ante la derecha de Miami. Parecido a lo que hicieron con Ozzie Guillén, el director de los Marlins.
Yo les dije a los oyentes de “La tarde se mueve” que no iba a entrar en muchos detalles sobre este incidente porque lo principal de las Olimpiadas era el deporte, pero siempre me pareció muy raro todo lo que estaban diciendo del famoso estrechón de manos entre Juantorena y el deportista cubanoamericano en Londres. Efectivamente el gimnasta Danell Leyva, medallista de bronce residente en Miami Dade y nacido en Cuba, parece que se saludó con Juantorena, deportivamente, como algo normal. En un principio él mismo no le dio importancia a este asunto. Pero cuando empezó a ser manipulado el hecho y la prensa derechista se mandó a especular sobre si se trataba de un indicador de cambios en la política cubana, o de una fisura que mostraba que los dirigentes cubanos buscaban una salida del país o que Juantorena estaba enviado por la inteligencia cubana a captar cubanoamericanos para hacer propaganda, etc., al equipo del joven deportista no le quedó otra salida que dar entrevistas y satisfacciones a los extremistas de Miami. Fue entonces que Yin Álvarez, padrastro y entrenador del gimnasta Danell Leyva, tuvo que aclarar que él le había dicho a Juantorena que había desertado hace 20 años y ahora trabajaba con los norteamericanos, cosa que Juantorena seguramente no le había preguntado para darle el saludo, pero que el otro tuvo que decir para limpiarse con la prensa derechista, especialmente con un reportero de Radio Mambí que prácticamente le puso las palabras en la boca. El entrenador Álvarez (no el deportista Leyva) dijo que le enseñó la credencial a Juantorena para que supiera que él era un desertor, pero hasta donde se sabe ese dato no aparece en la credencial oficial del Comité Olímpico de los Estados Unidos. Toda una alharaca mediática alrededor de un simple saludo. También hubo revuelo cuando en la premiación de la medallista de plata en salto con pértiga Yarisley Silva, alguien avistó detrás al Dr. Antonio Castro Soto del Valle, especialista en medicina deportiva y alto directivo del beisbol amateur internacional, por tanto con suficientes razones para estar allí, lo que permitió a los extremistas entrar en el chanchullo y soslayar el mérito deportivo de la joven cubana.
A cosas como estas le prestó atención la prensa servil de Miami durante las Olimpiadas y no a cubrir la actuación de los deportistas de la delegación de la isla, que era lo correcto teniendo en cuenta el número de cubanos residentes en el sur de la Florida. Prefirieron celebrar algunos deportistas locales aislados, lo que no estaba mal si no se olvidara que Miami no tiene un Comité Olímpico propio (como sí tiene Cuba) y que sus deportistas forman parte del Comité Olímpico de Estados Unidos.
Es bochornoso que el programa A mano limpia de Rolando Oscar Haza en el Canal 41 de Miami, producido por un grupo de cubanos formados por la propia revolución, haya solapado las medallas de oro obtenidas por el luchador Mijain López y la medalla de oro con record olímpico del tirador Leuris Pupo. En un improvisado segmento olímpico del programa A Mano Limpia correspondiente al lunes 6 de agosto, el conductor hizo silencio respecto a las medallas obtenidas por los deportistas cubanos en Londres. Su invitado cubanoamericano Frank Resillez, que lo mismo habla del cosmos, que de los cocodrilos del everglades, que de Siria o del deporte, tampoco se dio por enterado.
Sin embargo Oscar Haza, que es dominicano, no olvidó destacar la medalla de oro de su compatriota Félix Sánchez en 400 metros con vallas y la de plata del joven Luguelín Santos en 400 metros planos. Tampoco a Haza le pareció criticable, ni protestó porque mezclaba la política con el deporte, cuando se supo que Leonel Fernández y toda la clase política dominicana celebraron esos triunfos. Era merecido el elogio, por eso en el programa “La tarde se mueve” también felicité a los deportistas dominicanos y la prensa cubana de la isla destacó la calidad de los corredores Sánchez y Luguelín; incluso el reportero en Londres de Prensa Latina Fausto Triana los puso por lo alto en un reportaje especial. Así como la prensa dominicana, independientemente de sus tendencias políticas, informó sobre los logros de los deportistas cubanos. Quizás el único periodista dominicano que no habló de ello fue Rolando Oscar Haza.
Es en la prensa derechista de Miami donde hay mala onda y se esconden noticias; es esa prensa la que es anticubana y antideportiva. Es Haza el tendencioso y anti Miami cubano; ahora mucho más que se presenta como relevo del ninoskismo y perezrourismo y tiene que destacarse como pandereta del nuevo trío de Radio Mambí.
A los extremistas de Miami y a estos periodistas arrodillados les da sarpullido el éxito de Cuba y lo callan. Los frijoles que se come Oscar Haza, el carro que maneja y las corbatas que se engancha son gracias al tema cubano o gracias a mentir y difamar sobre el tema cubano. ¿Ese manipulador es un periodista, ese tipo es un transparente, ese tipo tiene las manos limpias? Para nada. El y el equipo de su programa no son transparentes para nada.
A propósito de ese silenciamiento, por respeto a la comunicación que hemos mantenido siempre, sin ofender, me dirigí en mensaje de texto al productor ejecutivo del programa A Mano Limpia de Oscar de Haza. Tranquilamente le comenté sobre la parcialidad con que estaban tratando las Olimpiadas y le pregunté más directamente, para que tuviera la oportunidad de sincerarse, de confesarse: “¿Es que les duele que gane Cuba?”. Como justificación el productor del supuesto gran medio me responde que el programa de Haza no es sobre el deporte sino sobre lo que pasa tras “bambalinas” en las Olimpiadas. Respuesta que permite entender el modus operandi de ese tipo de periodismo: al programa de Haza no le interesa la competencia deportiva, ni la muerte de Oswaldo Payá, ni la libertad de Alan Gross, ni los casos de cólera, al programa de Haza le interesa lo que pasa tras “bambalinas” de esos acontecimiento, los chismes secundarios que ellos puedan manipular para sacarle lasca política, difamar de Cuba y servir a intereses derechistas que les permitan seguir en el tumbe miamense. ¿A eso le llaman periodismo? ¿Quién está sosteniendo todo este rejuego pseudo informativo en el Canal 41 de Miami?
Igual que digo esto tengo que decir que El Nuevo Herald ha estado reportando con regularidad los resultados de los deportistas cubanos. Y que el canal Telemundo, unido a NBC en la transmisión olímpica en español, si bien en un inicio fue muy discreto o silenció la participación cubana, en la medida en que Cuba se fue imponiendo en varias disciplinas fue prestando más atención a su desempeño. En la programación deportiva del sábado 11 los comentaristas de Telemundo transmitieron y elogiaron el desempeño del boxeador cubano Roniel Iglesias y comentaron como una gran injusticia hacia el deporte de Cuba la decisión de dar la victoria al boxeador italiano Clemente Russo sobre el cubano José Larduet en los 91 kilogramos, en una pelea donde Russo no hizo más que agarrase al púgil criollo sin boxear. Univisión silenció la participación de Cuba en sus segmentos deportivos; ese canal estuvo centrado en la participación mexicana y apenas hizo transmisión olímpica.
Hace poco el Big Ben de Londres dio nueve campanadas y empezó la ceremonia de clausura de la Olimpiada de verano de 2012. Cantos corales, acróbatas, bailarines, conocidos intérpretes de música pop, actores y un gran espectáculo sirvieron de antesala al retiro momentáneo de la antorcha olímpica. El deporte no descansa, vienen ahora los XIV Juegos Paralímpicos, también en Londres entre el 29 de agosto y el 9 de septiembre, donde Cuba lleva una buena representación.
Más allá de los intentos de la prensa manipuladora de Miami por acallar la participación cubana, los resultados hablan por sí solos. Cuba obtuvo un total de 14 medallas, cinco de oro, tres de plata y seis de bronce. Son medallas de un movimiento deportivo y no de algún deportista excepcional; preseas en boxeo, atletismo, tiro deportivo, lucha, judo; en una delegación olímpica de 110 deportistas que compitieron desde la base y fueron seguidos por todo el pueblo y sus familiares con transmisiones de radio y televisión de principio a fin. Cuba terminó su actuación en el puesto general 15, muy superior al lugar 28 que había ocupado en las Olimpiadas de Beijing en el 2008. Cuba es la mejor clasificada entre países latinoamericanos, seguida por Jamaica en el segundo lugar y Brasil en el tercero. Hoy y mañana 13 de agosto habrá una gran fiesta en Cuba, por varias razones. Junto a la alegría está también el deber de empezar a prepararse para los juegos olímpicos de Rio de Janeiro, Brasil, en el 2016. Allá también nos veremos.
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