viernes, 2 de septiembre de 2011

La popularidad de Obama cae en picada


WASHINGTON.— En medio de un ambiente de pesimismo por el rumbo de la nación y la economía, la popularidad del presidente Barack Obama ha experimentado la peor caída desde que llegó a la Casa Blanca.
Según el consenso de las encuestas difundidas ayer, la imagen de Barack Obama y sus promesas del cambio se han convertido en una divisa devaluada entre una mayoría.
Según la encuesta difundida por la Universidad de Quinnipiac, un 52% desaprueban los mediocres logros de su mandato mientras se extiende la percepción (76%) de que la economía sigue entrampada en una recesión.
En la encuesta realizada por la cadena CNN, la popularidad de Obama sufre incluso un descalabro más severo, con un 65% de ciudadanos que desaprueban la forma en que el presidente, que llegó con la promesa del cambio en el 2008, ha sido incapaz de reactivar la economía para sacar al país del atolladero. Además, un 73% considera que el país avanza en la dirección incorrecta.

En la página online de Real Clear Politics, que toma el pulso cotidiano y promedio de distintas encuestas, el promedio de la caída se mantiene en el 52.2%, un porcentaje sin precedentes desde que Obama juró como presidente de Estados Unidos.
“Estos son los más altos índices de rechazo que ha tenido Obama desde el inicio de su mandato”, aseguró Peter Brown, asistente de la dirección del Instituto Demoscópico de la Universidad de Quinnipiac.
“Lo más grave para Obama es que el porcentaje de ciudadanos que le veían como un líder de fuertes cualidades ha pasado de 64% a 50%”, añadió para confirmar así la gradual pérdida de confianza en el liderazgo de un político que llegó al poder impulsado por un mar de multitudes y con la promesa de cambiar políticas y realidades sociales y económicas.
En medio de esta caída de su popularidad, “la mejor noticia para el presidente es que una mayoría de los ciudadanos (53%) aún consideran al presidente George W. Bush como responsable del mal estado de la economía”, añadió Brown.
Según la encuesta de Gallup, en medio del descalabro de su popularidad, el presidente Obama sigue contando con el apoyo casi incondicional del electorado afroestadounidense (83%) y un respaldo considerable entre la comunidad hispana (44%), aunque en el curso de las últimas semanas éste se ha desgranado poco a poco.
En junio pasado, un 56% de latinos declaró su apoyo a Obama, según el muestreo de Gallup.
Por si fuera poco, a los problemas de popularidad de Obama se han sumado sus nuevos desencuentros con el liderazgo del Partido Republicano en la Cámara de Representantes que, apenas el miércoles, lo obligó a modificar la fecha para dirigirse a la nación desde el pleno del Congreso para presentar su iniciativa a favor de la creación de empleo.
Después de perder el pulso frente a John Boehner, quien forzó a Obama a cambiar la fecha de su mensaje del miércoles 7, al jueves 8 de septiembre, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, acusó ayer al líder de la mayoría republicana de no haber actuado correctamente ya que, según afirmó, “cuando le consultamos sobre la posibilidad de que fuera el miércoles 7, él no puso ninguna objeción”.
Según la versión de Carney, en una entrevista con la cadena NBC, después de esta consulta y de enviar la carta del presidente, Boehner cambió de opinión y respondió con una carta para sugerir el cambio de fecha para el jueves 8 de septiembre.

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