Se puede observar la compleja situación reinante en el mundo árabe, en cuyos pueblos, se ha desatado una ola revolucionaria.
El Rey saudita apoya la guerra de la OTAN en Libia; mientras en Bahrein la OTAN apoya la invasión saudita. La sangre de los pueblos árabes será derramada en beneficio de las grandes transnacionales de Estados Unidos, mientras, los precios del petróleo alcanzarán límites no predecibles en la medida que las guerras se desaten en las áreas de mayor producción y los desastres nucleares de Japón multiplican la resistencia de los pueblos a la proliferación de las plantas nucleares.
El derroche y las sociedades de consumo capitalistas en su fase neoliberal e imperialista, están llevando el mundo a un callejón sin salida, donde el cambio climático y el costo creciente de los alimentos, conducen a miles de millones de personas hacia los peores índices de pobreza.› Leer Más
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