La Habana, 19 nov (AIN) Los abogados de Luis Posada Carriles intentan eliminar pruebas de la actividad terrorista de su defendido, autor confeso del sabotaje en pleno vuelo a un avión civil cubano en 1976, que costó la vida a las 73 personas a bordo.
La defensa solicitó a la jueza responsabilizada con el caso, que rechace la presentación en el juicio de las evidencias sobre la participación de Posada Carriles en los atentados con bombas en 1997 en Cuba, que cobraron la vida del turista italiano Fabio di Celmo, dice una información publicada en Granma.
En una moción presentada ante la jueza Kathleen Cardone, los abogados argumentan que el gobierno incumplió la orden judicial que establecía mostrar antes del primero de diciembre del 2009 las pruebas obtenidas en la Isla sobre la participación de Posada en aquellos atentados.
No hay duda de que ahora pretenden agarrarse de un tecnicismo legal para suprimir muestras claves del carácter terrorista del cliente.
Ellos alegan que la fiscalía se negó a entregar esas pruebas, por lo que no tendrán tiempo suficiente para revisar los documentos para el juicio fijado el próximo 10 de enero en el tribunal federal de El Paso (Texas).
En 2007 este criminal fue enjuiciado en ese tribunal, no por terrorismo, sino por mentir a las autoridades migratorias estadounidenses, pero la jueza Cardone rechazó los cargos al argumentar que la fiscalía actuó de mala fe.
Aunque desde el 2005 el gobierno de Venezuela solicitó a Estados Unidos la extradición de este asesino para juzgarlo por sus crímenes, él se pasea libremente por las calles de Miami, participando activamente en actos públicos e incitando a la violencia.
La estrategia de la Fiscalía ha sido dilatar hasta el infinito la trama legal por cargos menores, para impedir que Posada Carriles, quien ha amenazado con contar detalles de su experiencia en la CIA por 25 años, sea enjuiciado severamente y cumpla sus amenazas.
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