› RSF, del lado de los colaboradores del Pentágono
Según un reporte de EFE, Reporteros sin Fronteras (RSF) reafirmó su apoyo a la web Wikileaks, la página de internet que publicó recientemente datos sobre la guerra en Afganistán.
"Abrir el debate, como nosotros lo hicimos, sobre el peligro de publicar cierta información sensible no constituye en ningún caso una incitación a la censura, menos aún una adhesión a la guerra", asegura en un comunicado RSF.
Por ello, la organización de defensa de la libertad de prensa advierte "contra toda tentativa de utilizar nuestras declaraciones, cualquiera que sea el fin, ya que los comentarios de odio y juicios de intención se multiplican".
El pasado 12 de agosto el secretario general de RSF, Jean-François Julliard, en una carta abierta dirigida al fundador de Wikileaks, Julian Assange, aseguró que "los talibanes y otros grupos armados pueden establecer a partir de dichos documentos una lista negra de personas a las que matar".
No obstante, RSF precisa hoy que su intención no es desacreditar a la web ni hacer que la controversia amenace "su cierre" y el "ensañamiento contra sus colaboradores".
"Las autoridades estadounidenses cometerían un gran error si para silenciar a Wikileaks utilizan como argumento nuestras críticas" agregó Reporteros Sin Fronteras.
La retractación de Reporteros sin Fronteras que, según algunos es financiada por el gobierno norteamericano, y que se destaca por su incondicional apoyo a mercenarios disfrazados de periodistas, era de esperarse.
De persistir en su apoyo al Pentágono, la organización no solo habría puesto en entredicho el poco prestigio que le queda, sino que, además, habría corrido el riesgo de que sus críticos la rebautizaran con un nombre más acorde a lo que ha sido, hasta ahora, su tradicional accionar: Colaboradores sin Fronteras
Según un reporte de EFE, Reporteros sin Fronteras (RSF) reafirmó su apoyo a la web Wikileaks, la página de internet que publicó recientemente datos sobre la guerra en Afganistán.
"Abrir el debate, como nosotros lo hicimos, sobre el peligro de publicar cierta información sensible no constituye en ningún caso una incitación a la censura, menos aún una adhesión a la guerra", asegura en un comunicado RSF.
Por ello, la organización de defensa de la libertad de prensa advierte "contra toda tentativa de utilizar nuestras declaraciones, cualquiera que sea el fin, ya que los comentarios de odio y juicios de intención se multiplican".
El pasado 12 de agosto el secretario general de RSF, Jean-François Julliard, en una carta abierta dirigida al fundador de Wikileaks, Julian Assange, aseguró que "los talibanes y otros grupos armados pueden establecer a partir de dichos documentos una lista negra de personas a las que matar".
No obstante, RSF precisa hoy que su intención no es desacreditar a la web ni hacer que la controversia amenace "su cierre" y el "ensañamiento contra sus colaboradores".
"Las autoridades estadounidenses cometerían un gran error si para silenciar a Wikileaks utilizan como argumento nuestras críticas" agregó Reporteros Sin Fronteras.
La retractación de Reporteros sin Fronteras que, según algunos es financiada por el gobierno norteamericano, y que se destaca por su incondicional apoyo a mercenarios disfrazados de periodistas, era de esperarse.
De persistir en su apoyo al Pentágono, la organización no solo habría puesto en entredicho el poco prestigio que le queda, sino que, además, habría corrido el riesgo de que sus críticos la rebautizaran con un nombre más acorde a lo que ha sido, hasta ahora, su tradicional accionar: Colaboradores sin Fronteras
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