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Por M. H Lagarde
Los dueños de internet al parecer se arrogan el derecho determinar los límites del bien y el mal en la web. Si algo nada más roza con el pétalo de una rosa la seguridad nacional norteamericana, los dueños, casualmente también de la libertad de expresión, no vacilan ni un instante en apelar a la más burda censura.
Algo así más o menos es lo que ha ocurrido con el cierre de más de 73.000 blogs publicados en Blogetry.com, dominio alojado por la compañía estadounidense de hosting web BurstNet. De acuerdo con los administradores de BurstNet: “Las páginas contenían enlaces a material terrorista e incluso instrucciones sobre cómo fabricar una bomba ". En un comunicado de satisfacción a sus clientes Burstnet explicó que los sites suspendidos contenían enlaces a páginas de "material terrorista, algunas de las cuales incluían instrucciones para fabricar bombas" e, incluso, "listas de Al-Qaeda".
Al parecer, la compañía de alojamiento web fue advertida de ello por agentes del orden público y decidió cerrar las webs al considerar que incitaban a actividades peligrosas y violaban su reglamento. Éste prohíbe explícitamente publicar "propaganda terrorista, comentarios racistas o instrucciones para crear material explosivo".
Es curioso que los agentes del orden público que vigilan la web no se hayan fijado en los sitios que la diplomacia norteamericana alienta, de forma descarada, para subvertir y atentar, mediante el terrorismo mediático, contra la seguridad nacional de aquellos gobiernos que no se subordinan a la política hegemónica de Estados Unidos.
Los dueños de internet al parecer se arrogan el derecho determinar los límites del bien y el mal en la web. Si algo nada más roza con el pétalo de una rosa la seguridad nacional norteamericana, los dueños, casualmente también de la libertad de expresión, no vacilan ni un instante en apelar a la más burda censura.
Algo así más o menos es lo que ha ocurrido con el cierre de más de 73.000 blogs publicados en Blogetry.com, dominio alojado por la compañía estadounidense de hosting web BurstNet. De acuerdo con los administradores de BurstNet: “Las páginas contenían enlaces a material terrorista e incluso instrucciones sobre cómo fabricar una bomba ". En un comunicado de satisfacción a sus clientes Burstnet explicó que los sites suspendidos contenían enlaces a páginas de "material terrorista, algunas de las cuales incluían instrucciones para fabricar bombas" e, incluso, "listas de Al-Qaeda".
Al parecer, la compañía de alojamiento web fue advertida de ello por agentes del orden público y decidió cerrar las webs al considerar que incitaban a actividades peligrosas y violaban su reglamento. Éste prohíbe explícitamente publicar "propaganda terrorista, comentarios racistas o instrucciones para crear material explosivo".
Es curioso que los agentes del orden público que vigilan la web no se hayan fijado en los sitios que la diplomacia norteamericana alienta, de forma descarada, para subvertir y atentar, mediante el terrorismo mediático, contra la seguridad nacional de aquellos gobiernos que no se subordinan a la política hegemónica de Estados Unidos.
Cabe preguntarse también. ¿Después de este acto de censura se incluirá Estados Unidos en la lista de los países que atentan contra la libertad de internet? ¿Amnistía Internacional y Reporteros sin Fronteras dirán algo al respecto? ¿Organizará George W. Bush un evento de ciberdisidentes para enseñar a violar los controles totalitarios del Acta Patriótica?
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