Decenas de manifestantes salieron de sus casas para unirse a los jóvenes habituales de la esquina 23 y G para celebrar la victoria del equipo de industriales frente a Villa Clara durante una final rompe corazones de la pelota cubana.
Dando gritos de industriales campeón, y entre repique de latas y silbidos, los manifestantes demostraron su júbilo, durante algo más de una hora, tras la victoria del equipo azul en un juego que se fue a extra inning y en que los capitalinos superaron a sus rivales por 7 carreras por 5, luego de conseguir hacer las dos últimas en la parte superior del décimo.
Dando gritos de industriales campeón, y entre repique de latas y silbidos, los manifestantes demostraron su júbilo, durante algo más de una hora, tras la victoria del equipo azul en un juego que se fue a extra inning y en que los capitalinos superaron a sus rivales por 7 carreras por 5, luego de conseguir hacer las dos últimas en la parte superior del décimo.
Los villaclareños, que eran home club, quedaron en el campo dominados por el picheo antológico del juvenil zurdo Joan Socarrás.
Poco después de las 2 de la mañana, cuando finalizó el juego, junto a la algarabía de los fanáticos se escucharon también los claxon de los autos que circulaban a esa hora por la ciudad.
Otro tanto, reportaron blogueros, ocurrió en la periférica barriada de Alamar donde la gente salió de los edificios hacia la calle a dar vivas al equipo de la capital que desde 2006 no ganaba un campeonato nacional.
Poco después de las 2 de la mañana, cuando finalizó el juego, junto a la algarabía de los fanáticos se escucharon también los claxon de los autos que circulaban a esa hora por la ciudad.
Otro tanto, reportaron blogueros, ocurrió en la periférica barriada de Alamar donde la gente salió de los edificios hacia la calle a dar vivas al equipo de la capital que desde 2006 no ganaba un campeonato nacional.
Aviso: Espere mañana en Cambios en Cuba una selección en video de los mejores momentos del último juego de la final.
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