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Por Jackson de la Cruz
Miami anda revuelta con la noticia del “sonso”, el contratista que el Presidente Obama envió a Cuba, con una visa de turista y cargado de equipos de telecomunicación satelital para la subversión. Como era de esperar en cualquier país donde los servicios de inmigración no se está chupando los dedos, el asalariado de la Casa Blanca terminó preso.
Algunos intentan minimizar la metedura de pata de Washington, hija de la soberbia que caracteriza a la Casa Blanca con Bush y sin Bush. “Qué hay de malo en regalar celulares”, dicen, como si por menos que eso en Estados Unidos la gente no fuera a prisión, como los dos manifestantes de Pittsburgh que terminaron en una cárcel de Nueva York por el crimen de usar “sistemas y objetos contra la autoridad” (léase Twitter y celulares), de acuerdo con documentos de la Fiscalía norteamericana.
O como si no existieran los fondos millonarios para el fin explícito de acabar con el gobierno cubano:
Los 80 millones de dólares entregados para un período de dos años por la Comisión para Asistencia a una Cuba Libre de Bush recomendó, el 10 de julio de 2006, a la Agencia Federal para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) y a otras agencias gubernamentales, con destino a los programas de ayuda a la “democracia” en Cuba.
La asignación de Comisión para la Asistencia a una Cuba Libre de otros 20 millones de dólares anuales hasta “el fin del régimen de Castro”.
Un blog de Miami publica este interesante añadido:
“El último presupuesto de la administración Bush (2008) asignó 45.7 millones de dólares a los programas de ayuda a la democracia en Cuba. Solo que nadie supo a ciencia cierta adónde habían ido a parar, hasta que se notició la detención en Cuba (diciembre 5, 2009) de un empleado de Development Alternatives (DAI), compañía estadounidense que viene trabajando hace décadas con la USAID. La noticia tocó de paso que, en 2008, DAI ‘concursó y obtuvo un contrato’, agárrense: Programa de Planificación y Contingencia para la Democracia en Cuba, encaminado a respaldar las ‘actividades pacíficas de un amplio abanico de organizaciones no violentas’.
“El Nuevo Herald deslizó que DAI era una “firma suburbana de Washington que supervisa (sic) $40 millones en ayuda del gobierno de Estados Unidos para programas pro-democracia en Cuba”. Y trajo a colación la noticia histórica de que ningún ‘activista pro-democracia enviado por una organización estadounidense’ había sido arrestado desde 2001, cuando detuvieron al ex líder estudiantil checo Jan Bubenik en Ciego de Ávila… Bubenik declaró ahora por teléfono desde Praga que “nadie me dijo nunca que tuviera cuidado”.
Pues bien, quien el sonso que no lo sepa, que se entere. El Presidente Raúl Castro lo dijo muy claro este domingo en su informe ante la Asamblea Nacional:
“El enemigo está tan activo como siempre, muestra de ello es la detención en días pasados de un ciudadano norteamericano, eufemísticamente denominado en declaraciones de los voceros del Departamento de Estado como “contratista” de su gobierno, que se dedicaba al abastecimiento ilegal con sofisticados medios de comunicación vía satélite a agrupaciones de la “sociedad civil” que aspiran a conformar en contra de nuestro pueblo. (…) Sólo recuerdo que aquí hay un pueblo dispuesto a proteger, a cualquier precio, las conquistas de la Revolución, fruto del esfuerzo y sacrificio de varias generaciones. Aconsejo a unos y otros que cesen las provocaciones de todo tipo.”
Tomado de Cubadebate
Miami anda revuelta con la noticia del “sonso”, el contratista que el Presidente Obama envió a Cuba, con una visa de turista y cargado de equipos de telecomunicación satelital para la subversión. Como era de esperar en cualquier país donde los servicios de inmigración no se está chupando los dedos, el asalariado de la Casa Blanca terminó preso.
Algunos intentan minimizar la metedura de pata de Washington, hija de la soberbia que caracteriza a la Casa Blanca con Bush y sin Bush. “Qué hay de malo en regalar celulares”, dicen, como si por menos que eso en Estados Unidos la gente no fuera a prisión, como los dos manifestantes de Pittsburgh que terminaron en una cárcel de Nueva York por el crimen de usar “sistemas y objetos contra la autoridad” (léase Twitter y celulares), de acuerdo con documentos de la Fiscalía norteamericana.
O como si no existieran los fondos millonarios para el fin explícito de acabar con el gobierno cubano:
Los 80 millones de dólares entregados para un período de dos años por la Comisión para Asistencia a una Cuba Libre de Bush recomendó, el 10 de julio de 2006, a la Agencia Federal para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) y a otras agencias gubernamentales, con destino a los programas de ayuda a la “democracia” en Cuba.
La asignación de Comisión para la Asistencia a una Cuba Libre de otros 20 millones de dólares anuales hasta “el fin del régimen de Castro”.
Un blog de Miami publica este interesante añadido:
“El último presupuesto de la administración Bush (2008) asignó 45.7 millones de dólares a los programas de ayuda a la democracia en Cuba. Solo que nadie supo a ciencia cierta adónde habían ido a parar, hasta que se notició la detención en Cuba (diciembre 5, 2009) de un empleado de Development Alternatives (DAI), compañía estadounidense que viene trabajando hace décadas con la USAID. La noticia tocó de paso que, en 2008, DAI ‘concursó y obtuvo un contrato’, agárrense: Programa de Planificación y Contingencia para la Democracia en Cuba, encaminado a respaldar las ‘actividades pacíficas de un amplio abanico de organizaciones no violentas’.
“El Nuevo Herald deslizó que DAI era una “firma suburbana de Washington que supervisa (sic) $40 millones en ayuda del gobierno de Estados Unidos para programas pro-democracia en Cuba”. Y trajo a colación la noticia histórica de que ningún ‘activista pro-democracia enviado por una organización estadounidense’ había sido arrestado desde 2001, cuando detuvieron al ex líder estudiantil checo Jan Bubenik en Ciego de Ávila… Bubenik declaró ahora por teléfono desde Praga que “nadie me dijo nunca que tuviera cuidado”.
Pues bien, quien el sonso que no lo sepa, que se entere. El Presidente Raúl Castro lo dijo muy claro este domingo en su informe ante la Asamblea Nacional:
“El enemigo está tan activo como siempre, muestra de ello es la detención en días pasados de un ciudadano norteamericano, eufemísticamente denominado en declaraciones de los voceros del Departamento de Estado como “contratista” de su gobierno, que se dedicaba al abastecimiento ilegal con sofisticados medios de comunicación vía satélite a agrupaciones de la “sociedad civil” que aspiran a conformar en contra de nuestro pueblo. (…) Sólo recuerdo que aquí hay un pueblo dispuesto a proteger, a cualquier precio, las conquistas de la Revolución, fruto del esfuerzo y sacrificio de varias generaciones. Aconsejo a unos y otros que cesen las provocaciones de todo tipo.”
Tomado de Cubadebate
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