EFE, Roberto Ampuero y Univisión

Por Ernesto Pérez Castillo

Cualquier suceso en Cuba es noticia en el mundo, siempre que se le dé la vuelta que exigen los mandamases de los medios del más allá. Esta islita donde los milagros son el pan comido del día a día –si no lo crees, pregúntale a cualquier ama de casa qué cocinará a la tarde y verás: ella mirará primero al cielo y luego a tus ojos, antes de responderte: mijo… ¿y yo qué sé?– llena los titulares del mundo, pase o no pase nada en ella.
Con uno de esos abracadabras –digno de aquel americano que le pidió a su corresponsal en Cuba durante nuestras luchas independentistas: ponga usted los dibujitos, que yo pongo la guerra– la agencia EFE acaba de inventarse una noticia. Su titular: “La crisis afectará la Feria del Libro de La Habana”.
Tal pareciera que se acabó el mundo, que se cayó la feria… pero no. El caso es que EFE reporta exactamente lo contrario de lo que habrá de suceder en La Habana, y en Cuba, a partir del 12 de Febrero.
Después de semejante titular, con lo único que EFE logra sostener lo enunciado es que se reducen de 42 a 16 las ciudades que serán sedes de la fiesta del libro. Valiente cosa…
Lo que EFE no dice –y no porque lo olvide o desconozca, sino que lo omite olímpicamente, porque no quiere que se sepa– es que pese a las afectaciones de los huracanes, calculadas en 10 000 millones, no solo se mantiene la feria del libro, sino que después habrá miniferias en las ciudades que no sean sedes, y encima los libros seguirán luego camino al lomerío, en actividades especialmente diseñadas para los municipios montañosos del país.
Y también oculta EFE que el total de ejemplares impresos para la ocasión rebasa los seis millones… vaya, que casi me da nostalgia de mi beca en el campo, cuando teníamos un libro de matemáticas cada dos alumnos –eso sí: un libro gratuito–, pues la cifra equivale a un ejemplar salido de nuestras imprentas por cada dos cubanos… y todos vendidos luego a precios altamente subsidiados, pues como norma la producción editorial cubana –y yo soy editor, más o menos sé de lo que hablo– se oferta a un precio menor que su costo de producción… ¿eso lo sabrán, o lo podrán entender en EFE?
Otro que se monta en el carro de EFE es el dizque escritor chileno Roberto Ampuero –otro de esos que se dan el lujo de un ascensor interno para sus flatulencias–, quien ha criticado a la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, la decisión de viajar a La Habana con motivo de la nominación de Chile como invitado de Honor de la Feria.
¿Quién es este personajillo? Pues habrá que darle patrás a la máquina de la memoria. En 1973, en el momento del golpe de estado fascista de Pinochet, Ampuero aun vivía en Chile, y valientemente se echó a correr y no paró hasta la Alemania comunista, donde recibió una beca de estudios. Allí supo casarse con una joven cubana, hija de un importante diplomático de la isla, y con ella vino a para acá a vivir la dulce vida. Unos años después, con otra beca, parte de nuevo hacía la Alemania comunista, y vuelve a casarse… pero esa vez apunta más alto, ya no le basta la hija de un embajador, y da caza a una embajadora… y así continúa sus aventuras por el mundo.
En tanto, Ampuero ha militado en organizaciones comunistas en Chile, en Cuba, en Alemania… hasta que recibe una beca en los Estados Unidos, y de pronto descubre que el comunismo es malo… malísimo…
Entonces este hombre que recién ha abierto los ojos escribe un libro sobre su experiencia en la isla, donde cuenta los chismes de su familia cubana… si se hubiera casado con Zoe Valdés no lo habría hecho mejor…
¿Por qué a Ampuero le da ahora esta pataleta y le escribe a la presidenta chilena? La razón pudiera ser una: la envidia. La presidenta Michelle Bachelet ha sido convidada a la Feria del Libro de La Habana, la literatura chilena será la invitada de honor, y Ampuero no puede con eso, puesto que él no ha sido invitado.
Pues que grite y patalee, y se le salgan los mocos, pero a la Habana viene la Literatura, ampuerito. Con tus chismes puedes irte a Univisión.