El mentiroso Bolton en Miami |
Luego de recibir el rotundo rechazo de la comunidad a las ocho enmiendas diversionistas sobre los derechos humanos que trataban de impedir el voto casi unánime en la Asamblea General de la ONU contra el bloqueo a Cuba, la embajadora de Estados Unidos, Nikki Haley, declaró que no sabía porque los presentes aplaudían, porque según ella, con el rechazo a la política genocida de su país, lo que se estaba celebrando era la derrota de las Naciones Unidas y el abandono del pueblo cubano a quien su país seguiría apoyando.
Una muestra de qué se trata el apoyo de Estados Unidos al "muy querido pueblo cubano" la dio ese mismo día, en Miami, el asesor de seguridad nacional, John Bolton, quien lanzó un paquete de medidas contra los gobierno de Cuba, Venezuela y Nicaragua: “esta troika de la tiranía, este triángulo del terror que se extiende desde La Habana a Caracas y Managua es la causa de gran sufrimiento humano, el impulso de una gran inestabilidad regional y la génesis de una sórdida cuna de comunismo en el Hemisferio Occidental”.
Como ya es habitual, el mentiroso Bolton, el mismo que una vez acusó a Cuba de poseer armas biológicas, culpó a la Isla por sostener el gobierno de Maduro y exhortó a los países de la región a “hacerle saber al régimen cubano que se le considerará responsable por la continuidad de la opresión en Venezuela”.
Bolton dijo que el Departamento de Estado de Trump ha agregado una veintena de entidades propiedad de las fuerzas armadas cubanas o controladas por éstas a una lista de entidades con las cuales los estadounidenses no pueden realizar transacciones financieras.
O lo que es lo mismo, le dio otra vuelta de tuerca al bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.
Como el ladrón del viejo dicho popular que cree que todo el mundo es de su condición, por lo visto Bolton y sus consejeros, creen que, tal como sucede en Estados Unidos, en Cuba existe una plutocracia conformada por un 1 por ciento de multimillonarios que vive de la explotación del 99 por ciento restante. Al parecer ignora que las ganancias que obtienen esas presuntas "empresas militares" son repartidas en beneficio de todos los cubanos, incluidos, por supuesto, los niños enfermos de cáncer a los que Estados Unidos les prohíbe el acceso a medicinas y tratamientos.
La última prueba de "amor" hacia el pueblo cubano por parte del gobierno de Estados Unidos confirman las palabras pronunciadas ayer por el canciller cubano durante la 27 Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas: “El bloqueo está inspirado en sentimientos de dominación y venganza política”.
Venganza contra el pueblo que durante 60 años ha resitido todo tipo de agresiones y cuyo ejemplo le demuestra que la dignidad y la soberanía son posibles. El último gesto de "amor" de la actual administración norteamericana, en su empeño de continuar en rendir por hambre y necesidad a toda una nación, más que la arrogancia por el auge de la derecha fascista en la región, denota la impotencia del fracaso.
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