lunes, 27 de abril de 2015

Fracasa paladar mercenaria de Berta Soler en la Lisa



La receta de Berta Soler no gustó en La Lisa ni va a gustar en ninguna otra parte. En Cuba, el salcocho  politiquero preparado por la líder de las llamadas Blanco, asesorada por sus chefs de la organizacion terrorista Fundación Nacional Cubano Americana, solo puede provocar asco.


Sus principales condimentos son el chantaje y el soborno. La misma Berta que en el Congreso de Estados Unidos pide mantener el bloqueo de ese país contra Cuba ahora se ha metido a cocinera y pretende repartirle comida a presuntos necesitados. O sea, la nueva cocinera pretende comprar así adeptos a una causa que nadie sigue.

La receta de Berta es la peor variante de una diplomacia de la hipocresia que ahora erige como salvadores a quienes sometieron al hambre y necesidades a un pueblo entero.

La comida de las Damas de Blanco está sazonada con mentiras. En una llamada que realizó Berta Soler a Radio TV Martí la contrarrevolucionaria aseguró que había comprado la comida al estado, pero no aclaró de dónde había sacado el dinero para realizar la compra. De igual forma afirmó que la población invitada a su "caritativa" actividad estaba gritando hambre, hecho del que los muy informatizados mercenarios por lo visto no pudieron dejar evidencia.



Ya sabemos para qué a Berta le hace falta el bloqueo de Estados Unidos a Cuba, para comprar con perniles de puerco y arroz congri la verguenza a los cubanos. Se le olvida sin embargo a la cocinera que en los años más duros del periodo especial y la Ley Helms Burton que arreció al extremo el bloqueo contra la Isla, el pueblo cubano  protagonizó la más heróica hazaña de resistencia de todos los tiempos.

Los cubanos dignos ni se rinden ni se venden, mucho menos por un plato de comida. La Soler lo sabe muy  bien, pero de todas formas mantiene con sus "actividades" el flujo de billetes de Miami a La Habana del que viven quienes han convertido la traición en un negocio. Como también dijo por Radio TV Martí a las Damas de Blanco acababa de llegarle un cargamento de comida.

Nada, que el mercenario, como el ladrón, cree que todo el mundo es de su condición.



1 comentario:

  1. Escuché decir que no había suministro estable de aguacates al paladar. La Sra. Martha Beatriz los acaparó todos!

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