Casualmente, el premio de la Batalla de Creta se le otorga a Berta Soler poco después de regresar de una gira por Estados Unidos donde se codeó con lo que más vale y brilla de la mafia terrorista anticubana |
Por M. H.
Lagarde
Uno de los
últimos clichés de la permanente campaña mediática contra Cuba es referirse a
Yoani Sánchez como la cubana que se hizo famosa internacionalmente por publicar
un blog. La realidad, sin embargo, es
otra. Si Yoani Sánchez se ha hecho famosa -¿como mercenaria de EE.UU.?- ha sido
debido a la inmerecida cantidad de premios que recibió, en muy poco tiempo,
otorgados por diferentes organizaciones supuestamente "deslumbradas"
por los inexistentes méritos de sus post.
Para quienes
todavía no lo saben, la entrega de premios es una suerte de estrategia diseñada
para engañar a ingenuos o a un público mal informado, ese que habitualmente
suele oír campana pero no sabe bien dónde, que, además de concederle cierta
notoriedad a la persona premiada, especialmente en una prensa que suele hacerse
la de la vista gorda ante tales farsas, intenta esconder de dónde procede el
dinero con que el gobierno de Estados Unidos sufraga a los llamados opositores
cubanos.
De ese modo
en décadas recientes han sido pagados, o como se suele decir mediáticamente,
"premiados", varios supuestos disidentes cubanos.
El último de
estos reconocimientos será el que se le haga a la líder de las llamadas Damas
de Blanco, Berta Soler, el próximo 24 de
octubre cuando reciba el Premio
Battle of Crete (Batalla de Creta) que otorga The Washington Oxi Day
Foundation.
De acuerdo
con sitios de la contrarrevolución cubana en internet, el premio, que se
entrega anualmente, reconoce a mujeres que hayan realizado acciones valientes
para "proteger, promover y lograr la libertad y la democracia" y está
inspirado en las mujeres de Creta, Grecia, "que mostraron gran valor al
unirse a la lucha contra las fuerzas invasoras nazis en la batalla de
Creta", en mayo de 1941, durante la Segunda Guerra Mundial y en la que
murieron unas mil mujeres.
Ya se sabe
cuán ignorantes suelen ser algunos nortemaericanos en cuestiones de geografía
mundial, y uno se pregunta si algún tonto de la Oxi Day Foundation no habrá
creído que Berta Soler es una civil iraquí o la líder de una de esas mujeres
afganas que suelen morir asesinadas, de vez en cuando, por los drones.
La ignorancia de Berta, sin embargo, no da margen a la especulación. Su argumento politíco más conocido que al parecer, a falta de otros, al El Nuevo Herald no le quedó más remedio que publicarlo, sentenciaba: “A mi que me quiten lo bailao”. ¿Alguien sabe si la premiada líder tiene idea de qué fue la Batalla de Creta o, por lo menos, de lo que fue el fascismo nazi?
La ignorancia de Berta, sin embargo, no da margen a la especulación. Su argumento politíco más conocido que al parecer, a falta de otros, al El Nuevo Herald no le quedó más remedio que publicarlo, sentenciaba: “A mi que me quiten lo bailao”. ¿Alguien sabe si la premiada líder tiene idea de qué fue la Batalla de Creta o, por lo menos, de lo que fue el fascismo nazi?
Haría falta
tener un gran poder de abstracción, o de cinismo, para asegurar que el negocio mercenario
de las llamadas Damas de dar paseítos dominicales tiene algo que ver con
promover la democracia, sobre todo si se tiene en cuenta de que ese empleo lo
sufraga una potencia extranjera. Tiene, en todo caso, que ver con promover el
lucro de sus integrantes que ganan 30 dólares por caminata, si es que la líder
no se roba los fondos, y sobre todo, con enriquecer a una mafia en Miami que
justifica las millonarias inversiones del gobierno a través de la USAID u otras
agencias, en una supuesta lucha contra
la represión de la dictadura castrista.
Casualmente,
el premio de la Batalla de Creta se le otorga a Berta Soler poco después de
regresar de una gira por Estados Unidos donde se codeó con lo que más vale y
brilla de la mafia terrorista anticubana y dio muestras de cuán cretina se
puede ser cuando se defiende una causa inventada.
No por gusto
en la ceremonia de premiación del próximo día 24 está prevista la asistencia de
los senadores cubanoamericanos Marco Rubio, republicano por Florida, y Bob
Menéndez, demócrata por Nueva Jersey.
Si bien
Creta nada tiene que ver con cretina, y por tanto con Berta Soler, Rubio y
Menéndez si tienen que ver mucho con la organización terrorista que se conoce
como Fundación Nacional Cubano Americana y, por tanto, con la llamada industria
anticastrista.
Ahora solo
queda esperar cuál será el “trabajito” que realizará, por estos días, la jefa de las también conocidas
Damas del Verde para corresponder a la amabilidad financiera de sus promotores
de The Washington Oxi Day Foundation.
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