Por
Edmundo García / www.latardesemueve.com
En el año 2011 Luis Clemente Posada Carriles enfrentó un juicio en el
Paso, Texas, por fraude migratorio y falso testimonio sobre su entrada
en el 2005, no por los tantos crímenes que debe, fraguados y cometidos
en Centroamérica, Suramérica y en los propios Estados Unidos,
específicamente en Miami, donde algunos le tienen como un héroe. No es
casual que en la lista de sus admiradores se encuentren muchos de los
seguidores de Yoani Sánchez, Elizardo Sánchez, Antonio Rodiles y Berta
Soler; ni es un producto del azar que algunos de los periodistas que se
han dedicado a celebrar a la vieja y la nueva disidencia sean los mismos
que propiciaron la condena de Los Cinco y defienden, con mayor o menor
descaro, la falsa inocencia de Posada Carriles. Y no es casual porque en
el fondo todos ellos no son más que piezas de una misma política
anticubana echada a andar desde el propio triunfo revolucionario de 1959
hasta el día de hoy.
En una infame nota de prensa para El Nuevo Herald del 10 de enero
de 2011 titulada “Posada Carriles comparece ante la corte en Texas”, el
señor Juan Tamayo heredaba la fraseología del manipulador ex
periodista Wilfredo Cancio Isla e identificaba al terrorista como
“militante exiliado”. Al juicio de Posada Carriles en El Paso llevaron
como testigos, entre tantos otros, a la entonces presentadora de la tv
de Miami María Elvira Salazar, abogaron a favor del terrorista los
comentaristas de radio y televisión Luis Conte Agüero, Tomás García
Fusté, Armando Pérez Roura y otros alabarderos de la violencia. Como
demostró el abogado José Pertierra en una serie de artículos publicados
en el portal Cubadebate, aquel juicio fue un circo. La sala de la jueza
Kathleen Cardone llegó a parecer un salón de estudiosos de arte donde se
comentaban los pésimos cuadros domingueros de Posada Carriles y no un
sitio para juzgar de una vez sus crímenes. Como todo el mundo recordará,
el terrorista fue liberado de cargos y recibido triunfalmente en Miami;
su abogado Arturo Hernández fue premiado vergonzosamente por haber
resuelto “el mejor caso” de Florida en un año, mientras el alcalde de
Hialeah Carlos Hernández le entregaba a Posada las llaves de “la ciudad
que progresa”.
Pero entre todos esos homenajes en Miami a Posada Carriles uno de
los más indignantes fue la reunión en la caverna batistiana de Radio
Mambí de un grupo de terroristas, incluyendo el propio Posada, con la ex
presidenta de Panamá Mireya Moscoso, quien le diera el indulto a varios
de ellos. Fue bochornoso escuchar al oportunista de Armando Pérez Roura
deshacerse en elogios para aquella pandilla de abusadores formada por
Santiago Álvarez, Luis Posada Carriles, Gaspar Jiménez Escobedo y Pedro
Remón, y repulsivos los chistes y felicitaciones de la Sra. Moscoso, así
como su reafirmación de que si se diera la oportunidad los indultaba
nuevamente. Los terroristas miamenses presentes en el estudio de Radio
Mambí, así como el director general de esa emisora Armando Pérez Roura,
le prometieron a la Sra. Moscoso una estatua en esa cacareada Cuba con
que ellos fantasean y que nunca llegará. En aquella ocasión escribí un
artículo sobre ese hecho que puede leerse en la web del programa La
Tarde se Mueve http://latardesemueve.com/archives/506), que varios medios panameños, compartiendo su indignación, me hicieron el honor de publicar.
Pero la complicidad de los medios de Miami con Posada Carriles no
se queda ahí. En la noche de ayer, en la misma emisora Radio Mambí y en
el mismo programa de Armando Pérez Roura, un trío de personajes
vinculados a Alpha 66 compuesto por Reynol Rodríguez, Dionisio Suárez y
Ernesto Díaz Rodríguez anunciaba un nuevo homenaje en Miami al
terrorista. Escogieron para el acto la finca Medialuna, de Reynol
Rodríguez y como fecha el próximo domingo 19 de mayo, día que se
conmemora otro aniversario de la caída en Dos Ríos del Apóstol de la
independencia de Cuba José Martí. El paralelo entre Luis Posada Carriles
y Martí es una ofensa a toda la nación cubana independientemente del
credo político que se defienda. Durante todo el programa los invitados
de Pérez Roura estuvieron masticando la comparación. Aparentemente lo
negaban, pero de inmediato decían que Posada y Martí tomaron las armas
para liberar a Cuba, que los dos se sacrificaron por la libertad, etc.
Un atrevimiento imperdonable.
Dionisio Suárez repitió más de una vez que el homenaje a Posada
Carriles del próximo domingo buscaba mostrarle admiración “mientras
tiene vida”, que a los guerreros hay que rendirle honores “antes de que
se vayan al otro mundo”. Frases como estas fueron repetidas durante el
programa, de donde puede inferirse que ni sus propios amigos le dan
mucho tiempo de vida al terrorista.
En el programa de ayer en Radio Mambí se promovió el homenaje a
Posada Carriles en la mencionada finca como una celebración familiar, de
esas que se hacen en el campo cubano. Pero no debe ser muy afable y
apolítica una reunión donde sus propios organizadores dicen que al
llegar a la puerta, después de donar 20 dólares para el terrorista, hay
que decir una servil contraseña: “Yo soy admirador de Posada Carriles y
comparto su lucha”. O sea, la lucha de derribar aviones civiles y la
lucha de poner bombas en los hoteles de Cuba donde mueren inocentes.
Reynol Rodríguez, Dionisio Suárez y Ernesto Díaz Rodríguez se
calificaron a sí mismos como guerreros, dijeron estar listos para
presentarse con armas en Cuba si el pueblo cubano se rebela. Algo que
por cierto están tratando de lograr algunos de los llamados nuevos
disidentes, blogueros y auto titulados periodistas independientes.
Algunos oyentes se enardecieron con la incitación a la violencia de
estos terroristas y una señora llegó a proponer que se empezaran a
cortar cañerías de agua y hacer sabotajes para provocar el caos en la
isla. En ese ambiente el invitado Ernesto Rodríguez se quitó la careta y
confesó que “No nos importa que nos llamen terroristas”. Todos,
incluyendo al adulón de Armando Pérez Roura, forman una misma pandilla;
por eso enviaron saludos e invitaciones especiales a sus cómplices
Guillermo Novo, Pedro Remón, Gaspar Jiménez Escobedo, Héctor Fabián y
otros de la misma calaña en West Palm Beach, Tampa y Houston.
Luis Posada Carriles puede estarse muriendo; pero este llamado
homenaje puede ser un nuevo tumbe. Aunque en el juicio de El Paso se
exoneró al terrorista de los cargos de mentiroso, todo el mundo sabe en
Miami que Posada Carriles es un chantajista y un cuentista. Y el que no
lo crea que le pregunte a Pepe Hernández, directivo de la Fundación
Nacional Cubano Americana, al que Posada Carriles le sacaba fajos de
billetes amenazándole con irse de lengua ante autoridades
norteamericanas para sacar sus trapos sucios. Se sabe que Posada
Carriles tiene una enfermedad terminal, pero una cadena hispana de
televisión lo mostró no muy deteriorado en el reciente funeral de
Enrique Ros, padre de la congresista Ileana Ros-Lehtinen y amigo
personal del terrorista. Lo más probable es que Posada muera en Miami
tranquilamente, sin responder ante un tribunal por todos los crímenes
que ha cometido. Ya que el Coco Fariñas (quien seguramente no ha ido al
Cacahual a rendir culto a Maceo ni a Santa Ifigenia a honrar a Martí),
acaba de visitar la tumba de Jorge Mas Canosa subiéndole la parada a
quienes han visitado la tumba de Machado, Prío o Bosch Avila, quizás una
tumba de Posada Carriles en Miami le sirva a un próximo “disidente”
para dejar pequeño a Fariñas. Lo más seguro es que un tribunal en lo
alto le ponga la condena merecida al terrorista, pero la verdad que
debió responder también aquí abajo por todo el dolor causado en este
mundo.
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