Washington, 20 abr (PL) La eventual candidatura al Senado federal del general retirado Ricardo Sanchez, excomandante de las tropas estadounidenses en Irak, enfrenta hoy críticas por su vinculación al escándalo de las torturas contra prisioneros.
Medios de prensa nacionales afirman que Sanchez estudia presentarse por el Partido Demócrata para luchar por el escaño que dejará en Texas la republicana Kay Bailey Hutchison.
El exmilitar fue duramente cuestionado por diversas organizaciones, como la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, tras desatarse el escándalo de las torturas contra prisioneros en la cárcel irakí de Abu Ghraib.
En septiembre de 2003, el general Sanchez emitió órdenes, órdenes detalladas para técnicas de interrogatorio ampliadas más allá de las permitidas en el Manual de Campo 3452 del Ejército de Estados Unidos, afirmó Alfred McCoy, profesor de la Universidad de Wisconsin.
El también autor del libro Una cuestión de tortura afirmó que esas técnicas eran una combinación de dolor auto-infligido, posiciones que provocan tensión nerviosa y desorientación sensorial .
La revelación de las vejaciones cometidas por los uniformados norteamericanos en esa instalación desembocó en diversas investigaciones del Senado y el Pentágono, así como de la justicia militar, aunque pocos soldados fueron condenados, todos de baja graduación.
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