En la foto: Jugadores de la selección de Cuba de voleibol celebran tras vencer a Serbia por 3-2ROMA (AFP)— Cuba desafiará a Brasil, el vigente campeón de las dos últimas  citas del Mundial de voleibol, el domingo en Roma, en una final de la  cita planetaria que organiza Italia que se presenta como un  enfrentamiento entre los equipos más espectaculares.
Este sábado,  los dos representantes de América batieron en semifinales a los de  Europa, de manera previsible y clara en el caso de Brasil, que ganó a  Italia (3-1), y de forma heroica en el de Cuba, que derrotó a Serbia  (3-2).
"Hicimos un muy buen partido esta noche, salvo en el tercer  set en el que nos relajamos demasiado. Pero en globalmente tuvimos una  buena actitud. Hacía falta porque no es fácil jugar contra esa masa" de  gente, dijo tras la victoria el brasileño Murilo.
En la final, los  brasileños se presentan como favoritos, incluso si atravesaron más  dificultades que en anteriores ediciones del torneo, pues se han  encontrado en Italia con combinados capaces de competir con ellos,  especialmente a nivel técnico.
Pero Cuba representa el tipo de  equipo que puede derrotar a los auriverdes gracias a sus cualidades  atléticas y al arrojo de sus jóvenes jugadores.
Destacados por su  físico, los cubanos mostraron su capacidad de ganar a todo un Brasil en  la primera ronda del Mundial italiano (3-2), antes de que el combinado  sudamericano evitara volver a medirse a los caribeños en la tercera  fase, perdiendo de forma voluntaria contra Bulgaria.
Visiblemente,  Brasil teme el carácter imprevisible de los cubanos y el talento de  fenómenos como Wilfredo León, que logró con sólo 17 años, lo que le  convierte en el jugador más joven del torneo, ser uno de los hombres más  decisivos de su combinado.
"Respetamos a Cuba, pienso que ellos  también nos respetan, nos ganaron en la primera ronda. Será difícil y lo  sabemos", destacó Murilo, aludiendo a la gran final.
El duelo de  León con Murilo, su equivalente en Brasil, aunque algo más veterano,  promete ser un gran enfrentamiento individual en la final.
Este  sábado, León volvió a estar brillante ante los serbios, contra los que  marcó 23 puntos y a los que dejó con una tristeza inconsolable al  término del partido.
La decepción balcánica fue enorme tras perder  ante Cuba como grande fue la alegría sentida por los caribeños, que  celebraron el resultado de su semifinal formando una piña humana en el  centro de la pista.
Si los cubanos son peligrosos para Brasil es,  como resumió su capitán, porque "no abandonan nunca nada". La prueba es  que han ganado cuatro de sus ocho partidos en el 'tie-break', donde no  conocen la derrota.
Ante Serbia, iban perdiendo 13-11 en el quinto  y último set antes de darle la vuelta al partido gracias a tres grandes  bloqueos, que contribuyeron a que Cuba juegue su segunda final en un  Mundial tras aquella perdida ante Italia en Rio de Janeiro en 1990.
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