› AI, Wikileaks y el derecho de los asesinos
› AI elogia a nuevos mercenarios
Por M. H. Lagarde
En un comunicado emitido en Londres, Amnistía Internacional (AI) ha criticado la extensión por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, por un año más de las sanciones de su país contra Cuba.
Reproduzco íntegros algunos párrafos de un despacho de EFE sobre el tema:
“La organización defensora de los derechos humanos se lamenta de que el político demócrata no haya decidido poner fin a una política que es a la vez "ineficaz y perjudicial".
"AI dice haber pedido reiteradamente a Obama que no prorrogase el embargo contra la isla en virtud de la llamada Ley sobre Comercio con el Enemigo".
"En una carta enviada a la Casa Blanca el 12 de agosto de este año, la organización instó al presidente estadounidense a abandonar una política iniciada hace ya cinco décadas que ha afectado negativamente a la situación de los derechos humanos en Cuba".
"Un informe publicado también por AI el año pasado sobre el impacto del embargo sobre los derechos económicos y sociales en Cuba indicaba que las sanciones que EEUU aplica a la isla desde 1962 afectan negativamente al acceso de la población a las medicinas y las tecnologías médicas, lo que pone en peligro la salud de millones de personas".
"Las diversas agencias de las Naciones Unidas que operan en Cuba, como UNICEF, ONUSIDA y el Fondo de las Naciones Unidas para la Población, coinciden en que el embargo ha perjudicado a la aplicación de una serie de programas destinados a mejorar las condiciones de vida de los cubanos".
“El Congreso de EEUU, dice la organización defensora de los derechos humanos, es la autoridad que puede revocar ese equivocado embargo que tiene un impacto devastador sobre la vida de los cubanos y que limita la libertad de los ciudadanos estadounidenses para viajar a la isla y hacer allí negocios”.
“Los legisladores de ese país tienen la oportunidad de limitar el impacto negativo del embargo aprobando las leyes HR 4845 y S 1084 y anulando la prohibición de viajar a Cuba, lo cual sería un paso en la buena dirección y podría animar a los congresistas a acabar directamente con el embargo, agrega el comunicado”.
“El propio presidente Obama, añade, tiene el poder de dar marcha atrás en cualquier momento en su reciente decisión, suspendiendo la aplicación a Cuba de una medida "anticuada, que data de la Guerra Fría" e impide el disfrute de los derechos humanos tanto a los cubanos como a ciudadanos de Estados Unidos”.
Hasta aquí, no creo que nadie con dos dedos de frente discrepe con AI. De hecho, todos los años la totalidad de la comunidad Internacional vota en la ONU contra el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba ateniéndose a esas y similares razones.
En lo que sí no se debe coincidir con AI es en el error de confundir “la defensa de los derechos humanos” con la defensa de los “derechos de los mercenarios” al servicio de Washington y, mucho menos, en condicionar el cese de la guerra económica contra Cuba nada menos que con el fin de su independencia.
Según también explica Amnistía Internacional en el citado despacho de EFE:
“El Gobierno cubano, ha utilizado repetidamente el embargo como "justificación para mantener sus restricciones a las libertades de expresión, asociación y reunión".
“En un informe publicado el pasado junio bajo el título de "Restricciones a la Libertad de Expresión en Cuba", AI explicaba cómo el Gobierno cubano seguía utilizando el embargo y el antagonismo político con EEUU como pretexto para reprimir las críticas de la población”.
“Una de las consecuencias es que los periodistas independientes y los defensores de los derechos humanos se ven continuamente hostigados, intimidados y expuestos a procesamiento judicial”.
¿Es preciso aclararle a AI que la posición de Cuba respecto a los mercenarios al servicio de las sucesivas administraciones norteamericanas que han apostado por la destrucción de la Revolución Cubana nada tiene que ver con el “embargo”?
En su enfrentamiento a los llamados disidentes entrenados y pagados por la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, Cuba se ha atenido a legislaciones vigentes en la Isla que -al igual a las existentes en otros países, Estados Unidos incluido-, condenan el “colaboracionismo” con otras naciones con el fin de influir en sus asuntos internos.
El derecho de Cuba a preservar y defender su independencia, nada tiene que ver con el bloqueo y si una organización como Amnistía Internacional piensa que el fin de ese crimen, que desde hace 50 años se comete contra todo un pueblo, le asegurará alguna impunidad a los agentes del imperio, simplemente, pierde su tiempo.
› AI elogia a nuevos mercenarios
Por M. H. Lagarde
En un comunicado emitido en Londres, Amnistía Internacional (AI) ha criticado la extensión por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, por un año más de las sanciones de su país contra Cuba.
Reproduzco íntegros algunos párrafos de un despacho de EFE sobre el tema:
“La organización defensora de los derechos humanos se lamenta de que el político demócrata no haya decidido poner fin a una política que es a la vez "ineficaz y perjudicial".
"AI dice haber pedido reiteradamente a Obama que no prorrogase el embargo contra la isla en virtud de la llamada Ley sobre Comercio con el Enemigo".
"En una carta enviada a la Casa Blanca el 12 de agosto de este año, la organización instó al presidente estadounidense a abandonar una política iniciada hace ya cinco décadas que ha afectado negativamente a la situación de los derechos humanos en Cuba".
"Un informe publicado también por AI el año pasado sobre el impacto del embargo sobre los derechos económicos y sociales en Cuba indicaba que las sanciones que EEUU aplica a la isla desde 1962 afectan negativamente al acceso de la población a las medicinas y las tecnologías médicas, lo que pone en peligro la salud de millones de personas".
"Las diversas agencias de las Naciones Unidas que operan en Cuba, como UNICEF, ONUSIDA y el Fondo de las Naciones Unidas para la Población, coinciden en que el embargo ha perjudicado a la aplicación de una serie de programas destinados a mejorar las condiciones de vida de los cubanos".
“El Congreso de EEUU, dice la organización defensora de los derechos humanos, es la autoridad que puede revocar ese equivocado embargo que tiene un impacto devastador sobre la vida de los cubanos y que limita la libertad de los ciudadanos estadounidenses para viajar a la isla y hacer allí negocios”.
“Los legisladores de ese país tienen la oportunidad de limitar el impacto negativo del embargo aprobando las leyes HR 4845 y S 1084 y anulando la prohibición de viajar a Cuba, lo cual sería un paso en la buena dirección y podría animar a los congresistas a acabar directamente con el embargo, agrega el comunicado”.
“El propio presidente Obama, añade, tiene el poder de dar marcha atrás en cualquier momento en su reciente decisión, suspendiendo la aplicación a Cuba de una medida "anticuada, que data de la Guerra Fría" e impide el disfrute de los derechos humanos tanto a los cubanos como a ciudadanos de Estados Unidos”.
Hasta aquí, no creo que nadie con dos dedos de frente discrepe con AI. De hecho, todos los años la totalidad de la comunidad Internacional vota en la ONU contra el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba ateniéndose a esas y similares razones.
En lo que sí no se debe coincidir con AI es en el error de confundir “la defensa de los derechos humanos” con la defensa de los “derechos de los mercenarios” al servicio de Washington y, mucho menos, en condicionar el cese de la guerra económica contra Cuba nada menos que con el fin de su independencia.
Según también explica Amnistía Internacional en el citado despacho de EFE:
“El Gobierno cubano, ha utilizado repetidamente el embargo como "justificación para mantener sus restricciones a las libertades de expresión, asociación y reunión".
“En un informe publicado el pasado junio bajo el título de "Restricciones a la Libertad de Expresión en Cuba", AI explicaba cómo el Gobierno cubano seguía utilizando el embargo y el antagonismo político con EEUU como pretexto para reprimir las críticas de la población”.
“Una de las consecuencias es que los periodistas independientes y los defensores de los derechos humanos se ven continuamente hostigados, intimidados y expuestos a procesamiento judicial”.
¿Es preciso aclararle a AI que la posición de Cuba respecto a los mercenarios al servicio de las sucesivas administraciones norteamericanas que han apostado por la destrucción de la Revolución Cubana nada tiene que ver con el “embargo”?
En su enfrentamiento a los llamados disidentes entrenados y pagados por la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, Cuba se ha atenido a legislaciones vigentes en la Isla que -al igual a las existentes en otros países, Estados Unidos incluido-, condenan el “colaboracionismo” con otras naciones con el fin de influir en sus asuntos internos.
El derecho de Cuba a preservar y defender su independencia, nada tiene que ver con el bloqueo y si una organización como Amnistía Internacional piensa que el fin de ese crimen, que desde hace 50 años se comete contra todo un pueblo, le asegurará alguna impunidad a los agentes del imperio, simplemente, pierde su tiempo.
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