jueves, 13 de agosto de 2009

Concierto de Juanes en La Habana: El amor contra el odio


Por M. H. Lagarde


El hecho de que Cuba es un país asediado por la estupidez debe haberle quedado claro a más de uno luego de presenciar las presiones de las que ha sido, y sigue siendo, víctima el cantante colombiano por el simple hecho de ocurrírsele proponer realizar un concierto por la Paz en La Habana.
Es cierto que en Cuba no hay bombardeos, ni guerra civil, pero no por eso la Isla deja, de algún modo, de ser una plaza sitiada. Existe una suerte de guerra del odio contra el amor, de la mentira contra la verdad, de la tolerancia contra la intolerancia, de la inteligencia contra la necedad.
La base operaciones del lado oscuro de esa contienda radica en la ciudad de Miami.
Basta revisar una entrevista -¿o interrogatorio?- que se le realizara al artista colombiano por una televisora de esa ciudad para descubrir quiénes llevan las de perder y de qué lado está la razón en una guerra que dura ya más de medio siglo.
Mientras el cantautor colombiano, como cualquier verdadero artista, defiende su arte como el mejor mensaje de paz entre los pueblos, los voceros mediáticos de la mafia miamense, con su habitual vocación intolerante y fascista, se empeñan, con añejas mentiras y manipulaciones, en politizar lo que no pasa de ser un hecho cultural.
No basta incluso que, como ha dicho Juanes, el concierto a celebrarse en La Habana haya recibido la bendición hasta de la actual administración en Washington, los cuervos de Miami, criados y amamantados al amparo de anteriores gobiernos, prefieren regodearse en la carroña del resentimiento de los perdedores.
Es por eso que la maquillada interrogadora de Juanes, cuando se refiere a la Plaza de la Revolución, lugar que los organizadores le pidieran a las autoridades cubanas para realizar su concierto, apela a uno de los cliché de la guerra mediática contra la revolución cubana: el de endilgarle el calificativo de asesino al Che Guevara.
Resulta paradójico que una mentira de tal porte, que busca denigrar la figura de quien es sin dudas uno de los hombres más grandes del siglo veinte y cuyos valores y virtudes siguen siendo reconocidos por la juventud en todas partes del mundo, solo pueda decirse, con total impunidad, en esa ciudad del sur de la Florida. Allí mismo, donde connotados terroristas de la calaña de Orlando Bosh y Posada Carriles, gozan de la tan pregonada “libertad” y son tratados como héroes por colocar bombas en aviones civiles y en hoteles de La Habana.
Por supuesto, entre las interrogantes a Juanes no podía faltar la consabida seguidilla miamense de que en “Cuba existe una dictadura que viola los derechos humanos”, y hasta mentiras tan ridículas como que el gobierno cubano no permitirá que el pueblo asista en masa al concierto y que la entrada al mismo será solo para personas escogidas.
¿Los integrantes de Air Surplay, Audio Slave o Café Tacuba, habrán visto a algún “selecto” dirigente cubano, saltando y meneando el cabello, entre las hordas de roqueros que, en ocasiones tales, abarrotan la Tribuna Antimperialista?
No falta tampoco el lamento de los musicalizadores de lemas incumplidos como aquel de “ya viene llegando”. Durante toda la entrevista, las sinceras y valientes respuestas del colombiano Juanes, son matizadas por la intervención del salsero Willi Chirino, quien luego de lamentarse que no se le deja entrar a Cuba, tras haber sido sacado de la isla por la absoluta voluntad “de su papá”, hasta se da el lujo de proponer con quién debería cantar Juanes en La Habana. Entre las propuestas del salsero figura nada menos que Porno para Ricardo, una banda contrarrevolucionaria más a tono sin dudas con su estilo de “arreglos y variaciones” para una consigna, que con el de Juanes.
Esperemos que en Miami, el odio tenga un tope y las amenazas no malogren el gesto de amistad que nos propone el músico colombiano. Como dijo cuando le sugirieron si su presencia en La Habana no respondía a una estrategia de marketing: “No sabes el drama que estoy viviendo. Esto ha sido una pesadilla para mí. Es profundo y mi esposa está muy preocupada, mis niñas… Pero yo creo en esto, creo en el amor y creo profundamente que eso tiene sentido. He pasado momentos muy duros y estoy a punto de tirar la toalla y no más. Pero al otro día me despierto y me digo, pero si esto es lo que yo pienso. Esto es lo que yo soy. Yo creo que ir a tocar a Cuba con los amigos es importante para la cultura, el intercambio cultural, abrir un poco una ventana”.
Ojalá Juanes no pierda la fe y pueda llegar hasta el final su propuesta de paz. En esta orilla del estrecho de la Florida, un pueblo entero ya ha empezado a aplaudirlo.

2 comentarios:

  1. estoy cansado de la jentuza oue piensa mandar a los cue estan aca,en mi pais,los cue ni manda en cuba,por menos en los e.e.u.u.si ellos en verdad quiren que castro se vayan pero en verdad ellos depienden a castro,asi que cuando quejan de castro los mensos regalan lo que lo demas no pueden obtener aca.visa regalado.beneficios,regalado.los curujeyes no manda.ni aqui ni en cuba.yo soy en contra del comunismo y contra de castro en verdad.que los curujey se callan.manda la locura.ese pais no es de ellos.abriendo cuba se caigan los comunistas.los que pretienen contra castro,depienden de el pa lograr mendigar lo que tienen de mendiada aca.

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  2. vivva juanes y sus buenas intenciones .parece que los viejos cubanos que son los unicos que se manifiestan no conocen ''el arte de la musica algo tan indispensable para la vida sel ser humano ''los cubanos de la isla se merecen lo mejor y juanes es el mejor arista de este momento dios t bendiga hermano pa delant

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