Honduras: Contundente denuncia de Castro de Zelaya

Por Bertha Mojena Milian

Más que palabras, las acciones reafirman el escenario combativo que se abre paso con más intensidad en Honduras, en el décimo día de manifestaciones sistemáticas en contra del gobierno golpista impuesto a ese país desde el pasado domingo 28 de junio.
En este escenario de lucha permanente una nueva fuerza de optimismo y confianza se abre paso, tras la incorporación decisiva de la primera dama, Xiomara Castro de Zelaya, a la primera línea de combate de todo un pueblo por restaurar su institucionalidad y defender sus derechos más elementales como ciudadanos libres en un país democrático.
Hace apenas unos minutos, la propia Xiomara Castro ofrecía declaraciones contundentes sobre su decisión y pedía que continuaran las manifestaciones pues su lucha era justa, en defensa de la paz y del derecho de las mayorías a expresarse y ser escuchados, a la vez que reiteró que no tenían miedo a las represalias ni agresiones injustas de los golpistas.

Castro de Zelaya afirmó que han coartado la libertad y los medios de comunicación, han violado los derechos constitucionales de las personas y cuestionó cómo puede haber paz en un país donde sus ciudadanos no pueden salir de sus comunidades, si hay toque de queda, si hay suspensión de las garantías individuales y cuando el pueblo se expresa el ejército empuña sus bayonetas contra él hasta provocar agresiones violentas y muertes.
La primera dama hondureña expresó también su solidaridad con las personas ultrajadas por las fuerzas militares y especialmente con los padres del joven Isis Obed Murillo Mensías, asesinado durante la manifestación de apoyo al intento de retorno del presidente Zelaya el pasado 5 de julio en el Aeropuerto de Tegucigalpa.
Asimismo, Xiomara Castro de Zelaya reconoció que los padres de Isi le dieron una lección trascendental para su vida, al transmitirle su confianza y declararse orgullosos porque a su hijo no lo mataron por ladrón, ni por criminal, sino por la lucha a favor de la causa del orden y la democracia. “Por eso pidieron que la sangre no se haya derramado en balde, que tenga un sentido para el retorno y la paz del país”, afirmó la primera dama refiriéndose a una conversación que sostuvo con los familiares del joven ultimado a balazos.