Sus últimos discursos sobre seguridad nacional muestran la ambivalencia de una política que debe atender varios objetivos a la vez, objetivos que están mucho más en tensión que en armonía.Obama debe demostrar que su política implica un nuevo compromiso de Estados Unidos del lado de los derechos humanos y al mismo tiempo es una estrategia efectiva para evitar un atentado terrorista. En términos de políticas públicas, debe poner fin a la tortura y condenar a quienes la avalaron o implementaron, y restituir el estado de derecho para los detenidos, pero de forma tal de constituir un punto fuerte y no una flaqueza de su política de seguridad. La noción de que la seguridad nacional se resuelve al margen de los valores políticos y en “el lado oscuro” de la política, como lo definió Cheney en 2002, es, justamente, la arena movediza en la que Obama parece haber entrado.› Leer Más
domingo, 24 de mayo de 2009
Los dilemas de Obama
Sus últimos discursos sobre seguridad nacional muestran la ambivalencia de una política que debe atender varios objetivos a la vez, objetivos que están mucho más en tensión que en armonía.Obama debe demostrar que su política implica un nuevo compromiso de Estados Unidos del lado de los derechos humanos y al mismo tiempo es una estrategia efectiva para evitar un atentado terrorista. En términos de políticas públicas, debe poner fin a la tortura y condenar a quienes la avalaron o implementaron, y restituir el estado de derecho para los detenidos, pero de forma tal de constituir un punto fuerte y no una flaqueza de su política de seguridad. La noción de que la seguridad nacional se resuelve al margen de los valores políticos y en “el lado oscuro” de la política, como lo definió Cheney en 2002, es, justamente, la arena movediza en la que Obama parece haber entrado.› Leer Más
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