martes, 27 de enero de 2009

El caso Reyes


El problema: nadie quiere un inmigrante pobre, desamparado y sin documentos en una silla de ruedas. El caso subrayó el hecho de que la cárcel es el último lugar de destino para muchos. La atención de Reyes cuesta alrededor de $115 diarios en prisión, donde vive desde hace casi un año pese a que su condena no incluyó prisión.
La Sección de Intereses de Cuba en Washington aprobó hace una semana el regreso de Reyes a Cuba, dijo su abogado. El gobierno cubano ha tomado medidas para que la familia de Reyes pueda mudarse de un segundo piso a un primero, una necesidad para Reyes puesto que necesita una silla de ruedas para desplazarse.> El Nuevo Herald

Atrapados en la manipulación

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