domingo, 10 de julio de 2011
Caravana en Miami congregó defensores de viajes a Cuba
Washington, jul (PL) Una caravana de 120 vehículos recorrió ayer las principales avenidas de la ciudad estadounidense de Miami, Florida, hasta llegar a la oficina del congresista Mario Díaz-Balart como protesta ante planes de restringir los viajes a Cuba.
Esta movilización pacífica fue convocada y liderada por la Asociación de Mujeres Cristianas en Defensa de la Familia y la Alianza Martiana, además de media docena de organizaciones no gubernamentales establecidas en este país, confirmó el activista Andrés Gómez en conversación telefónica con Prensa Latina.
El fundador de la Brigada Antonio Maceo criticó que las restricciones impuestas en 2004 por el entonces presidente George W. Bush y revocadas en 2009 por Barack Obama ahora pretenden reimponerse por iniciativa de Díaz Balart.
Gómez detalló que la caravana había partido al mediodía de este sábado desde la Avenida 84 y Calle 14, en Miami, y luego circuló alrededor de 20 kilómetros hasta las oficinas de Balart, hijo de cubano y representante por el 21 distrito congresional de Florida.
"La Asociación de Mujeres Cristianas en Defensa de la Familia apoyada por las demás organizaciones de la emigración cubana en Miami que integran la Alianza Martiana convoca a todas las personas de buena voluntad en nuestra comunidad", se leía días antes en el anuncio del evento.
"La caravana de autos de este sábado 9 de julio es en contra de la pretensión del congresista Díaz-Balart de reimponer las nefastas restricciones de viajes a Cuba impuestas en 2004 por Bush y revocadas por Obama", añadía el texto.
El periodista cubano residente en Miami precisó que una delegación de la Asociación de Mujeres Cristianas en Defensa de la Familia se impuso como meta entregar en el departamento de Díaz-Balart "una carta dejando saber nuestra oposición a las restricciones de viaje".
Estas restricciones de viaje volverían a prohibirnos ver, compartir y ayudar a nuestros seres queridos en Cuba y nos dictarían nuevamente quién es nuestra familia en la isla antillana, enfatizó Gómez.
Recordó que más de 300 mil cubanos y cubanas viajaron a Cuba desde el fin de las prohibiciones de viaje en 2009. Y decenas de miles más viajarán este verano, apuntó.
Tenemos la obligación moral por nuestras familias aquí y en Cuba de luchar por el mantenimiento de nuestro fundamental derecho de viajar a Cuba como hoy hacemos: sin restricciones, sostuvo Gómez.
A inicios de año el gobierno federal estadounidense anunció una reducción de las restricciones de viajes y remesas a Cuba para permitir a estudiantes y grupos religiosos ir a la isla, según informó la Casa Blanca en un comunicado.
Fue otorgada a universidades y organizaciones religiosas la autoridad de patrocinar viajes a Cuba sin necesidad de obtener una autorización previa de la oficina federal para el Control de Bienes Foráneos.
Para frenar el incremento de visitas a la familia durante el mandato de Obama, Díaz-Balart insertó una enmienda en el proyecto de ley de Servicios Financieros del año fiscal 2012.
Según el legislador, su opinión refleja la del 90 por ciento de la comunidad cubano-americana, sin embargo las cifras de viajes a La Habana contradicen tal aseveración.
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