La Fiscalía sueca emitió este jueves una orden de captura contra el fundador del sitio en internet Wikileaks, Julian Anssange, por supuesta violación y agresión sexual, meses después de que el activista difundiera a través de portal miles de documentos confidenciales de la milicia estadounidenses que demuestran los crímenes de lesa humanidad cometidos contra del pueblo de Irak y Afganistán.
“Pedí al tribunal de Estocolmo (capital de Suecia) detener al señor Assange en paradero desconocido a causa de sospechas de violación y de agresión sexual”, indicó la fiscal encargada del caso, Marianne Ny, a través de un comunicado.
"Hasta ahora no hemos podido encontrarnos con él (...) La razón de esta decisión es que debemos interrogarlo”, explicó.
La Fiscalía ordenó el pasado mes de septiembre reabrir la investigación preliminar contra Assenge por un presunto delito de violación, una semana después de que la cerrase la fiscal jefe.
Marianne Ny había considerado que había “razones” para fundamentar una sospecha de delito y que éste debe ser calificado de violación.
El fundador de Wikileaks fue acusado por este delito en el mes de agosto, pocos días después de llegar a Ginebra para ofrecer una conferencia sobre los abusos cometidos en Irak por fuerzas estadounidenses.
También fue interrogado sobre las denuncias de violación que contra él ingresaron dos mujeres, las cuales rechazó.
Anssangey negó estas acusaciones y asomó la idea que esa acción forma parte de un ataque de Estados Unidos para desprestigiarlo luego de que publicara al menos 400 mil documentos confidenciales sobre las violaciones en contra de Irak y Afganistán.
El fundador de Wikileaks ya había denunciado que en los últimos meses había recibido amenazas y ataques contra su organización, por lo que permanentemente está acompañado de dos guardaespaldas.
“Washington lleva a cabo una investigación agresiva de nuestra organización, con amenazas públicas y la petición, que no hemos aceptado, de que destruyamos todos los documentos que tenemos”, dijo Anssange.
De acuerdo con los documentos, el Ejército de Estados Unidos durante la invasión en Irak mató a centenares de civiles y ocultó la tortura que fuerzas locales ejecutaron contra prisioneros de guerra.
Irak fue invadido en el año 2003 por tropas estadounidenses y británicas, junto con la colaboración de países como Australia, España, Dinamarca, Polonia, entre otras.
El conflicto en el país asiático se originó cuando el Gobierno de George W. Bush, mediante la “Operación Libertad Iraquí” y bajo la excusa de presencia de armas de destrucción masiva, buscaba el derrocamiento del Gobierno del Partido Baaz y la muerte del ex presidente iraquí Saddam Hussein.
Esta invasión generó una crisis humanitaria con abusos de derechos humanos, víctimas civiles y refugiados, la destrucción de valiosos tesoros arqueológicos, un incremento de la insurgencia y estallido de la guerra civil, como también daños a la infraestructura y privatización de los servicios básicos, pero nunca se descubrieron las armas de destrucción masiva.
Tanto en la Guerra de Irak como en la de Afganistán, el Gobierno de Estados Unidos ha gastado alrededor de 600 mil millones de dólares (mismo monto que se necesita para descubrir la cura del cáncer), así como en la seguridad de las 700 bases militares que posee en 130 países del mundo.
(Fuente: Telesur)
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