Por Luisa Maria
Cuando Cuba fue expulsada de la OEA en 1962 yo tenía... no, faltaban casi 30 años para que naciera. Del hecho he sabido por las referencias de quienes lo vivieron.
Recuerdo la primera vez que escuché hablar sobre la OEA. Yo era pequeña, tendría unos diez años y el cuento generó una confusión en mi mente infantil. Pregunté: “Maestra, ¿la OEA es Estados Unidos?” La profesora tardó apenas unos segundos en entender mi inquietud. Lo que pasó fue que confundí dos nombres muy parecidos: Estados Unidos de América con Organización de Estados Americanos. Mi sabia maestra me respondió que al parecer eran cosas diferentes, a pesar de las similitudes “sintácticas y semánticas”.
Hoy he recordado ese pasaje de mi niñez cuando leí las reflexiones del Comandante Fidel y me encontré con la definición “Ministerio de Colonias yanquis”, una frase, por cierto, muy característica de la genial e irónica mente de Raúl Roa. Otro elemento más que aclara mis dudas. Sin embargo, a esas respuestas que obtengo, y que busco (en Internet), encuentro nuevas preguntas:
¿Por qué cuando pongo en Google “Organización de Estados Americanos” me sale la siguiente dirección: www.oas.org? ¿Qué es eso? Ahhh! Organization of American States…
Afortunadamente, la respuesta ya la sabía, Raúl Roa me la facilitó de antemano.
Yo, que nací cuando hacía muchos años no teníamos vínculos con la OEA, me alegro de no pertenecer a una organización que dice representar a un continente con mayoría hispanohablante, cuya dirección en Internet está en inglés y cuya sede se encuentra en Washington DC. ¿Serán vecinos de la White House? Otra vez recuerdo a Roa.
La OEA ahora nos acusa de ser el único país latinoamericano en el que no existe libertad de expresión. Hablando de libertad de expresión, me pregunto (otra vez) qué hace la OEA, desde Washington, para frenar la represión contra periodistas en países de América Latina. Según un informe presentado por la Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe (FEPALC), fueron 22 los comunicadores asesinados por cumplir con su deber y ejercer la libertad de expresión. Ninguno de los asesinatos ocurrió en Cuba.
La última víctima de este tipo de represión en la Isla fue Carlos Bastidas Argüello, periodista ecuatoriano asesinado por la dictadura de Fulgencio Batista el 13 de mayo de 1958, por sus vínculos con el movimiento revolucionario que en esos días sacudía al país. Después del triunfo de la Revolución, jamás ha ocurrido hecho semejante. A buen entendedor… parece que la OEA no entiende bien.
Pasados algunos años de aquel episodio infantil, ya entiendo qué pasó con Cuba y la OEA. La cuestión no está en si nos expulsaron o no, es sencillamente, una cuestión de lógica: no somos de ese Ministerio por que desde el 1ro de enero de 1959 dejamos de ser una colonia yanqui.
No sabía que el URL de la OEA estaba en inglés. !Ni pudor tienen!
ResponderEliminarInsurza preguntale a Obama si te deja cambiar eso, que a él le encantan esos cambios de imágen y así entras en el ajo. jeje