martes, 21 de enero de 2020

El juicio político contra Gente de Zona en Miami


Por M. H. Lagarde

Asediado por la prensa en plena calle, Randy Malcom, uno de los integrantes del grupo Gente de Zona, acaba de hacer un mea culpa ante las cámaras de una de las televisoras de Miami.


En el programa Suelta la sopa, de la cadena Telemundo 51, el cantante pidió disculpas "a todos" los cubanos, "sin excepción de ninguno", y agregó: "es un tema delicado del que ya hablaremos en su momento".

El episodio forma parte del juicio político al que ha sido sometido la agrupación musical por cantarle a su pueblo y saludar desde el escenario al Presidente cubano, que se encontraba entre el público.

Curiosamente, aunque el terrible pecado fue cometido en julio de 2018, las autoridades inquisitoriales de la mafia anticubana de Miami se percataron del terrible delito nada menos que en vísperas del año nuevo 2020.

Por tal motivo, Gente de Zona fue excluido de participar en un concierto de fin de año, que tendría lugar en la ciudad de Miami, al que habían sido invitados por el reguetonero de origen cubano Pitbull.

Para colmo de insulto de los intolerantes inquisidores, durante el concierto el 31 de diciembre en el Bayfront Park, a Pitbull se le ocurrió decir respecto a la ausencia en el escenario del conocido dúo cubano: “No están aquí esta noche por otras cosas, pero quiero mandarle un saludo a Gente de Zona. La música es la música, la política es la política”.

Palabras que desataron la ira de las brigadas de acción retardada entre las que figuraban músicos como el antiprofeta Willy Chirino y el comunista arrepentido Arturo Sandoval.

Para salvar la honra y no ser desterrado para siempre de la ciudad del odio, Pitbull se vio obligado a comparecer el pasado domingo en el banquillo de los acusados que le preparó la cadena de televisión Univisión, la cual, según algunos, fue a su vez la que invitó a Pitbull al concierto.

Después de decir que su intención al saludar a Gente de Zona durante el concierto no "había sido otra que unir", el cantante cubano-americano reconoció ante el juez en funciones, el periodista Jorge Ramos, "que había metido la pata".

Entre otras razones, dijo, por su desconocimiento de lo que pasaba tanto en Cuba como en Miami, algo que demostró con creces cuando el periodista le preguntó qué le pasaba a Gente de Zona si no cantaba en Cuba y el reguetonero contestó que si no lo hacían, probablemente "los mataban o mataban a su familia".

La entrevista culminó con un mea culpa de Pitbull, quien casi le pidió perdón a sus acusadores colegas, así como a todo el pueblo de Miami por el que "él ha hecho tanto".

Luego de su humillante confesión, el reguetonero fue absuelto nada menos que por la periodista en el papel de jurado Ninoska Pérez Calderón, quien celebró con creces la retractación del músico.

Sin embargo, el juicio, a pesar de la disculpa de Randy Malcom, parece no haber terminado, si se tiene en cuenta un titular del periódico oficialista de la mafia miamense, El Nuevo Herald, que asegura que: "Randy Malcom, de Gente de Zona, ya dio sus disculpas, pero Alexander Delgado sigue callado", por lo que queda esperar a ver si el otro cantante de la agrupación es también subido al estrado.

A pesar de que, como ya apuntamos en un comentario anterior, la intolerancia fascistoide en Miami parece haber llegado al paroxismo luego de que el actual presidente firmase un memorando con la intención de bloquear el intercambio cultural entre Cuba y Estados Unidos, este tipo de juicio político no es nada nuevo en esa ciudad del sur de la Florida.

Antes de visitar la Isla para participar en el concierto de 2018 por el que Gente de Zona es hoy excomulgado, la cantante italiana Laura Pausini declaró a la prensa: "Hace 25 años que pido ir, pero cantar en Cuba significa tener problemas con las radios de Miami. Ahora me invitó Gente de Zona, ¿cómo podía decir que no?".

En realidad, tales linchamientos mediáticos dejan mucho que decir de la libertad de expresión que debería existir en la llamada tierra de la libertad. ¿O será que esto solo ocurre en una Miami pisoteada por la bota de la dictadura de la mafia anticubana?

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