El jefe de la diplomacia ecuatoriana leyó ante la prensa el pedido de Assange a las autoridades de este país, en el cual se considera un perseguido político en estado de indefensión.
Assange se acoge al artículo 14.1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y al artículo 41 de la Constitución de Ecuador, además de otros tratados internacionales.
En su misiva al Presidente de Ecuador señala que se hace imposible su retorno por la solicitud para ser interrogado hecha por el Reino de Suecia, cuyos altos funcionarios lo han atacado abiertamente.
Por otra parte, dice, es investigado por delitos políticos en Estados Unidos, país donde la pena de muerte por dichas ofensas está vigente.
Assange se refiere a la lamentable declaración efectiva de abandono recibida por las autoridades de su país, Australia, en la cual declaran que no defenderán ni sus garantías mínimas ante ningún gobierno.
También, dice, delegan en la Constitución de un país extranjero que aplica la pena de muerte por el delito de espionaje y traición, y en las garantías que ésta ofrece a sus connacionales, ignorando la obligación de proteger a su ciudadano, que es perseguido políticamente.
Al respecto, Patiño señaló que el Gobierno ecuatoriano analiza esta petición, presentada ante la Embajada ecuatoriana en Londres.
Cualquier decisión, argumentó el Canciller, tendrá en cuenta el respeto de las normas y principios del derecho internacional, así como la tradicional política de Ecuador de precautelar los derechos humanos.
Se informó que la Cancillería ha comunicado oficialmente acerca de esta situación al Foreign and Commonwealth Office a través de la Embajada del Ecuador en el Reino Unido y de la Representación Diplomática británica en Quito.
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