A Rafel Campoamor ( a la derecha en la foto) al parecer también le gusta el "turismo"... y andar con turistas. |
Según un despacho de la agencia Reuters El Festival Clic, que se desarrolla en una casa en un barrio residencial en La Habana, ha provocado las críticas hasta de veteranos "disidentes" como es el caso de Martha Beatriz Roque.
Conocida también entre los cubanos como Tía McPato por el seudónimo que usaba en sus correos eléctrónicos para pedirle dinero al ex jefe de la Oficina de Intereses en la Habana, Michael Parmly, Martha Beatriz declaró a Reuters aludiendo a que el evento transcurrió el jueves sin vigilancia policial visible, mientras invitados y periodistas entraban y salían de la sede: "Que una actividad como esta de cientos de personas, se deje participar a todo el mundo sin una detención, eso es de verdad algo que vemos con recelo".
Pero los recelos de Martha Beatriz sobre El Festival Clic pueden ir más allá de la impunidad con que un Festival organizado bajo el manto del poder del gobierno de Estados Unidos para instruir en el uso de las redes sociales a los informantes que alentarán nuevas sanciones o presuntas intrevenciones militares norteamericanas en Cuba, tiene lugar en la Isla.
Cambios en Cuba ha sabido, a través de fuentes bien informadas, que solo uno de los organizadores del presunto Festival, el cubano radicado en Francia y quien dirige la organización Empodera Cuba, Rafel Campoamor, logró recaudar para la celebración del evento unos 15 mil dólares.
La perspicaz y pedigüeña Martha Beatriz, tan dada a preocuparse por las cuestiones financieras, puede que ande preguntándose además en qué se ha gastado tal suma. ¿En la impresión de puloveres con el logo del evento o en el aseguramiento de meriendas para los participantes? No debe ser. Se sabe que la merienda de la primera jornada fue un precario pan con una fina lasca de jamonada que dejó insatifechos a los participantes por lo que Yoani Sánchez y su gran amigo, el agente de la CIA Dagoberto Valdés, terminaron comprándose pizzas caras en un restaurante de Miramar, mientras Antonio Rodiles y el grafitero El Sexto fueron a matar la hambruna en la despedida del funcionario SINA Joaquin Monserrate en una mansión del reparto Siboney.
La hambruna es además inexplicable si se en cuenta que otro de los patrocinadores del evento es Manuel Marcos Fal quien se dedica en su país a la coimercialización de los famosos jamones Serrano.
Volviendo al patrocinador Rafel Campoamor, según nuestras fuentes considera a la multipremiada Yoani Sánchez y su esposo Reynaldo Escobar como los turistas de la llamada disidencia cubana. Y no le falta razón, la hasta hace poco "pobrecita" bloguera mercenaria que se lamentaba en no tener comida para darle a su hijo ahora invirtiendo las ganancias de su oficio -sin dudas otro de los más antiguos del mundo-, en la compra de autos y apartamentos.
¿Estarán los 15 mil euros solicitados por Campoamor entre los 20 millones de dólares con que Estados Unidos sufraga la subversión en Cuba? |
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