La Habana, 16 may (EFE).- La revista católica cubana "Palabra Nueva" criticó hoy los recientes "ataques" que ha recibido el cardenal Jaime Ortega, principalmente desde grupos del exilio, en un artículo donde defiende la continuidad del diálogo entre la Iglesia y el Gobierno de Raúl Castro.
"Cuba vive un momento clave de su historia, y distintas fuerzas -dentro y fuera de la isla- han comenzado a desplegar sus arsenales", escribe Orlando Márquez, director de "Palabra Nueva" en un texto que divulga este miércoles la página web de esta revista.
El artículo se queja de las críticas contra Ortega, máxima autoridad católica de la isla, a raíz de sus comentarios sobre el desalojo de un grupo de personas que se encerraron en una iglesia habanera como acto de protesta días antes de la visita a Cuba de Benedicto XVI.
El cardenal habló sobre el tema en un acto en Harvard (EE.UU.) el 24 de abril y explicó que se trataba de antiguos delincuentes, sin nivel cultural y algunos con trastornos psicológicos al tiempo que advirtió de que "hay grupos que dañan mucho a cualquier tipo de oposición o disidencia" y que "buscan muchas veces poder abandonar el país" u obtener una condición de refugiados.
Márquez arremete especialmente contra el editorial que Radio Martí (radicada en Miami) dedicó a estas palabras y que constituye "la negación más soez del periodismo", según el también portavoz del Arzobispado de La Habana.
"Quienes lanzan ataques probablemente no oirán ni verán, por una simple razón: el cardenal arzobispo de La Habana es la figura más visible del diálogo Iglesia-Gobierno. Quienes repudian el diálogo continuarán abriendo fuego, porque esa es la misión: bombardear todo intento de entendimiento que incluya verdaderamente a todos", destaca "Palabra Nueva".
Márquez defiende la labor de Ortega y de la Iglesia en Cuba, cuya postura es procurar "la transformación de la sociedad hacia más inclusión, más oportunidades ciudadanas, menos restricciones y más libertades, la búsqueda de nuevos modelos sociales con paciencia y sin traumatismos, sin que nadie quede excluido".
También sostiene que el diálogo con el Gobierno que se abrió en 2010 siempre ha tenido como fin "el bien social, antes que la recuperación de bienes expropiados o privilegios pastorales".
"Aún sin saber hasta dónde puede avanzar ese diálogo, debe continuar el empeño, procurando siempre su crecimiento cualitativo y buscando altos propósitos que beneficien a todos, sin ánimos de reemplazar a nadie", señala el texto.
La jerarquía católica cubana y el presidente cubano Raúl Castro abrieron en mayo de 2010 un inédito diálogo que fructificó en un proceso de excarcelación de presos políticos.
La Iglesia Católica ha adquirido desde entonces un renovado rol en la isla como mediadora ante las autoridades cubanas y ha abierto espacios de intercambio y diálogo sobre temas como la diáspora y la reconciliación entre cubanos de fuera y dentro del país, entre otras cuestiones. EFE
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