En toda la historia de la Humanidad ha existido "genocidio" cultural, no vamos a irnos tan lejos, pero no podemos olvidar el que los fascistas implantaron en Europa a raíz de la Segunda Guerra Mundial, cuando entre otros vandálicos hechos ardían en la calles las grandes piras de libros. Y que como copia al calco efectuaron los fascistas en las dictaduras latinoamericanas de los años 70, lecciones aprendidas por los militares en la brutal y repudiada escuela de las Américas. No hace mucho el mundo volvió a vivir el horror de ese genocidio en la destrucción del patrimonio cultural en Iraq, cuna de una de las civilizaciones más antiguas de la historia de la Humanidad, y que ahora el de facto gobierno hondureño, trata de implantar en esa hermana nación centroamericana.
Estos gorilas no respetan ni convenciones ni tratados internacionales, imponen su ley por la fuerza violando la constitucionalidad.
Ha sido tan burdo el caso de la designación de la nueva Ministras de Cultura y Arte Mirna Castro en Honduras que ha provocado un repudio unánime a las acciones anticulturales desde el comienzo de su ilegal mandato. Para implantar el genocidio cultural que evidentemente se proponen, está la destitución de dos profesionales reconocidas por su rectitud y su alto nivel intelectual, Natalie Roque Sandoval, Directora de la Hemeroteca Nacional de Honduras y Rebeca Becerra, Directora General del Libro y el Documento de la Secretaria de Cultura.
En el caso de Natalie, la causa es muy esclarecedora, pues ante el golpe de estado investigó y publicó materiales de archivos periodísticos para esclarecer el pasado de los actuales golpistas. En los documentos publicados, en Blogs y correos electrónicos únicos recursos a los que los hondureños pueden apelar ante el Terrorismo mediático implantado, se evidencian pruebas testificales como:
El pago de 100,000 lempiras mensuales al Cardenal Oscar Andrés Rodríguez ordenado por el ex presidente Carlos Flores Facussé.
El juicio por robar carros al General Romeo Vásquez Velázquez junto a otros militares a comienzos de los años 90.
La prueba de que Roberto Micheletti apoyó la propuesta de disolver el Congreso Nacional y crear en su lugar una Asamblea Nacional Constituyente en 1985, con la intención de que Roberto Suazo Córdova continuara en el poder.
La nota periodística publicada en Diario La Tribuna en septiembre de 1980, cuando Micheletti era Constituyente y lo apresó la FUSEP (Fuerza de Seguridad Pública) por subir el precio del transporte de 1. 50 a 4.00 lempiras que tiene por ruta San Pedro Sula y La Lima, Cortés, y El Progreso, Yoro, en momentos de las inundaciones en el sector norte debido a las copiosas lluvias. En otra nota se dice que el aumento fue de 1.20 a 1.50 de lempiras.
En palabras de la misma Natalie podemos leer:
“La Sra. Castro no pudo soportar que frente a frente le expresara mi repudio al golpe y el desconocimiento a su autoridad de facto, tampoco soportó que publicara el sucio pasado de sus ahora jefes, denunciándome inclusive ante el Ministerio Público por emisión de pensamiento y difusión de material público. ¡No faltaba más!
Denuncio a la Sra. Castro por persecución ideológica, acoso y despido injustificado.”
En el caso del despido de la escritora y poeta Rebeca Becerra, ella misma explica las causas:
“Los denuncio por haberme, ilegítimamente, depuesto de mi cargo de Directora General del Libro y el Documento de esta Secretaría; por atrasar los procesos culturales emprendidos, por atentar contra la cultura.
Mi trabajo era llevar libros a los municipios más pobres de Honduras organizando bibliotecas...
Mi trabajo se basó… en despedir corruptos que se robaban los pocos recursos con que cuenta la Secretaría…
Mi trabajo era apoyar a personas que venían del interior del país de colegios y escuelas públicas a solicitar libros para tener que leerles a sus alumnos...
Mi trabajo era mi compromiso con la cultura y con mi patria…”
Apoyamos a los intelectuales y artistas de Honduras que valientemente han levantado sus voces para denunciar las arbitrariedades antes expuestas y contra las declaraciones de la Ministra sobre el trabajo editorial que se viene realizando en esa Secretaría de Estado, por la Editorial Cultura y sobre el acervo bibliográfico existente en las 135 bibliotecas que integran la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, argumentando que los libros publicados por la Editorial Cultura no son adecuados para la población por su contenido comunista, que las bibliotecas públicas han sido financiadas con fondos del ALBA y el acervo bibliográfico existente en las bibliotecas incita al socialismo y al comunismo.
Así podemos leer en el comunicado escrito por el antropólogo e historiador, Oscar Rápalo, docente investigador de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán en el que plantea:
“Del año 2008 hasta el golpe de Estado se organizaron 20 bibliotecas tomando en cuenta los municipios más pobres de Honduras donde no llegan los medios de comunicación escrita…
Consideramos que la actual crisis por la que atraviesa el país ha venido a detener todos los procesos culturales que se llevaban a cabo, no solamente desde la Dirección General del Libro y el Documento, si no en esta Secretaría de Estado…
Se han detenido las campañas de promoción a la lectura que se llevaban cabo a través del proyecto del Bibliobús. En las giras se atiende a las comunidades más pobres de Honduras donde no hay acceso a la información y cuyos principales usuarios son niños y jóvenes…
Consideramos que cualquier actividad que se lleve a cabo en detrimento de las bibliotecas públicas y la promoción a la lectura en Honduras por la actual ministra usurpadora Mirna Castro, es un atentado a los diversos convenios y declaraciones emanadas de la organización de las naciones unidas para la educación la ciencia y la cultura-UNESCO.”
Ante el anuncio de que los militares reservistas tomarán como centro de operaciones el Centro Documental de Investigaciones Históricas de Honduras CDIHH, se publica este pronunciamiento:
Todos los investigadores de la historia nacional (historiadores, escritores y artistas) repudiamos esta iniciativa, ya que el edificio, además de ser declarado patrimonio cultural de la nación, es el espacio donde se encuentra la memoria histórica de Honduras.
Aunque en estas situaciones la ubicación del edificio sea estratégica por su cercanía al Congreso Nacional, y otros edificios públicos controlados por el gobierno de facto, no se puede permitir la militarización de los espacios culturales y artísticos de Honduras
NO A LA MILITARIZACIÓN DE LA CULTURA Y EL PATRIMONIO
Tenemos que alertar al Mundo que hay que parar la destrucción de la memoria histórica, hay que parar los intentos de destruir deliberadamente el patrimonio y la identidad y la sabiduría ancestral indígena de la nación hondureña.
Hay que parar el genocidio cultural que las fuerzas mas reaccionarias del continente están implantando en Honduras y denunciar a la Ministra inconstitucional Mirna Castro por su acción anticultural y servil a intereses de la ultraderecha fascista con acciones que van en contra del acervo cultural de la humanidad y a favor de su total destrucción defendiendo la mentira y la barbarie impuestas a la fuerza por el ilegal golpe de estado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario