En un discurso reciente sobre la situación en Irán Obama subrayó que el conflicto "no es un asunto de Estados Unidos u Occidente contra Irán, sino del pueblo iraní", que en parte quiere "abrir" nuevos caminos. "Nosotros respetamos la soberanía de Irán y el hecho de que corresponde a su pueblo tomar estas decisiones".
Por supuesto Obama, quien hace poco creó un cíbercomando para proteger las redes del Pentágono de los ataques de los hackers no debe saber nada sobre la intervención de hacker norteamericanos en la guerra mediática contra Irán
Uno de los “Cíbersolidarios” que lanzaron el ataque contra los sitios del gobierno iraní es Matthew Burton un ex analista de inteligencia. ITPer y Consultor de tecnología para la Comunidad de Inteligencia de los EE.UU.. que se declara un abierto defensor del Gobierno norteamericano y que edita la página http://www.impublished.org/wordpress/index.php, una web, según él, para ayudar a la seguridad nacional, el gobierno y la democracia.
Como se verá en la declaración que sigue, Burton no se anda con medias tintas para confesar su papel de hacker. En realidad su filosofía de la cíberguerra no se diferencia mucho de la de la secretaria de Estados Unidos Hillary Clinton cuando le ordenó a Twitter prestar sus servicios a la maniobra desestabilizadora en Irán: "Pienso que mantener esa línea de comunicación abierta y permitir a la gente compartir informaciones, sobre todo en un momento en el que no hay otras fuentes de información, es un aspecto importante del derecho a expresarse y de la capacidad de organizarse. Estados Unidos cree apasionadamente en el principio básico de la libertad de expresión".
La confesión del hacker
Acerca del Armamentismo de la Web Colaborativa
Por Matthew Burton
3:57 pm, el 17 de junio de 2009,
Como a esta hora ayer, yo, junto a un sinnúmero de personas, intentamos eliminar los sitios Web de los ministerios Iraníes de justicia e información, así como las dependencias de los medios de comunicación subvencionados por el gobierno. La idea era silenciar los mensajes pro-Ahmadenijad, y anti-disidencia provenientes de estas dependencias, y con esto fortalecer las protestas de oposición en Teherán.
No hacía falta ser un entendido en computación para participar: un desarrollador en San Francisco había preparado una botonera que al hacer clic sobre ella, inmediatamente comenzaba a bombardear 10 sitios Web con demandas. Yo pulsé el botón de Inicio, y en las 10 ventanas que aparecieron debajo podría ver las páginas cargar y recargar. Más o menos la mitad ya se habían caído.
Era excitante. La meta era promover la democracia, y realmente podía ver como sucedía. Ansias de poder.
Pero era más que eso. Estoy contrariado sobre la virtud de esta idea. Todavía intento ordenar mis ideas sobre lo que pasó, pero sé que estaríamos hablando sobre ayer por la mañana por años. Convertimos nuestro poder colectivo e insulto en un arma seria que podemos usar a voluntad, sin tener que sentir las consecuencias. La guerra de la red estuvo disponible para el público general. Esto es aterrador. Así fue como mi pensamiento evolucionó en el día:
Después de unos minutos de mirar estos sitios Web echar chispas, propagué la noticia en Twitter. Me encontré con unas cuantas respuestas discrepantes. Clay Shirky sentía que al hacer esto, estábamos validando la idea del Rechazo de Ataques de Servicio, y que si lo respaldábamos ahora, no podríamos defendernos contra él cuando el estado lo usase contra los disidentes.
Discrepé. Mientras lo usamos nos hace parecer hipócritas la próxima vez que nos quejemos de las acciones gubernamentales, no creo que podamos evitar las tácticas simplemente por ese mismo riesgo. Si abandonamos cada arma que usa el enemigo, simplemente porque el enemigo la usa ¿Qué opciones nos quedan?
No creo que la idea de desactivar las comunicaciones del enemigo sea buena o mala. Esta afirmación está vinculada con algunos factores. Primero, "culpar Al Hombre" no es una justificación filosófica estándar, pero hay algo que se siente tan bien. Existieron reportes oficiales que el gobierno iraní deshabilito los SMS en el día de elecciones y atacó el sitio de la campaña de Moussavi. Dando a los ciudadanos la posibilidad de virar las mesas a su propio gobierno es, a mi entender, todo lo que representa el gobierno. La habilidad del público de contraatacar es algo que se le debe recordar a cada gobierno de vez en cuando.
El hecho de silenciar la información también cuenta. Y cuando la voz cantante solo habla puras estupideces, esa voz tiene que ser callada.
También debo mencionar que el ejército norteamericano es el practicante preeminente del hackeo de las comunicaciones: cuando invadimos, los interruptores de teléfono son los primeros objetivos.
Fernando Cervantes hizo una buena aclaración: cuando se ataca un sitio Web, no solo ataca ese sitio, sino también cada sitio alojado en ese servidor. También se satura el ancho de banda. Y cuando escribo esto, nosotros en el Oeste todavía estamos confiando completamente en la Internet para que nos diga que está sucediendo allí; aunque se desconoce hasta que punto, también podemos asumir los manifestantes están usando la Internet para coordinarse. Atacando estos sitios, estamos hiriendo no sólo al estado, sino también a las personas que estamos intentando ayudar.
Esto es verdad. Pero si el gobierno está desactivando servicios que deseamos estén disponibles (SMS, Twitter, etc.), entonces estamos exponiendo al público a cualquier noticias que el estado estime conveniente, y éste es el peor resultado posible. Google se rindió al “No sea Malvado" mantra el día que cedieron a China y acordaron filtrar news.google.cn, sobre las bases que algunas noticias es mejor que ninguna en absoluto. Este argumento olía raro. Y ahora que tengo la habilidad de invertir este juicio sólo un poquitico, e iba a tomar ventaja de esto.
Todavía estoy de acuerdo con todo lo que he escrito anteriormente. Pero después de unos minutos de permitir al atacante que corriera en el background, lo detuve. No sé porque, pero se sentía…escalofriante. Me asusté de cuan fácil era sembrar el caos desde lejos, seguro en mi apartamento dónde nunca tendría que experimentar -o incluso conocer - los resultados de mis acciones. Todo lo que tuve que hacer fue hacer clic en un botón. Y mientras mis intenciones eran honradas, hay algo inherentemente malo con la habilidad de causar daño tan fácilmente, sin soportar los malos efectos. Yo podría estar causando el desmoronamiento de los servicios de emergencia en los que confiaba. No sufriría siquiera la culpa de saber que había hecho, y es improbable que lo averiguase.
(ACTUALIZACIÓN, sólo para elaborar: Cuando las personas quieren atacar a alguien o algo, normalmente no pueden hacerlo inmediatamente. Toma tiempo para preparar. Y durante la preparación están obligados repetidamente a reconsiderar sus acciones antes de realizarlas. Cada paso-compra/construyendo un arma, escogiendo un tiempo y lugar para el ataque, viajar al lugar del ataque y finalmente viendo sus víctimas -fuerza la mente sana a atravesar “puntos de control morales" que los obligan a considerar las cosas dos veces. Llevando a cabo el plan es física y psicológicamente difícil. Incluso delincuentes con arranques de ira son forzados a ver a sus víctimas. Estoy seguro que estos dos factores desarraigaron a muchos supuestos delincuentes que no tenían el valor ni los medios para llevarlo a cabo.
La herramienta DDoS anula estas barreras. Nada nos obliga a pensar a través del acto antes de hacer clic en Inicio. Y permanecemos seguros de la amenaza de venganza. El meollo de la guerra es que la puedes hacer sin exponerte al peligro, por lo tanto desalentándote primero el deseo de empezar. Pero este ya no es el caso. Da miedo.)
Podemos asumir que de hoy en adelante, algo así sucederá cada vez que ciudadanos embistan a su gobierno. (Si existía alguna duda, el creador de la herramienta DoS puso el código disponible en su sitio web; los sitios designados pueden ser fácilmente modificados.) Sería tonto pensar que pudiéramos contenerlo declarándolo inválido. Todavía, nosotros - la comunidad tecno-política- necesita considerar la moralidad de esta táctica, como nuestra habilidad colectiva de propagar el mensaje del "Ataque!" no es inconstante.
http://impublished.org/
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