Por El Habanero
Ya desde los tiempos de la campaña electoral, no pocos avizoraron que la palabra “cambio”, que presidía la campaña de Barack Obama no pasaba de ser pura publicidad: una palabrita corta, sugerente, con mucho sentido en cuanto a expectativas (sobre todo teniendo en cuenta que Estados Unidos y el resto del mundo ansiaba CAMBIAR al peor presidente de la historia de EEUU) y muy difícil de concretar. Tanto el actual presidente, como su equipo de la campaña y sus seguidores no dejaban de repetirla, pero ninguno (ni siquiera Obama) se aventuró a adelantar en lo más mínimo el significado concreto de esa palabra.
El 20 de enero de 2009 se produjo el cambio: Salió de la Casa Blanca un presidente blanco, republicano e ignorante y entró otro negro, demócrata (que no quiere decir democrático), e instruido. Fuera de eso, los cambios no han sido apenas perceptibles. Veamos:
El actual presidente posee una capacidad de trabajo enorme, eso sí es un cambio, porque su antecesor era conocido por su gran capacidad para tomar vacaciones.
Se puede considerar que Obama es un orador brillante, capaz de pronunciar discursos coherentes bastante largos, por lo que en este aspecto la diferencia con su predecesor es más que notable, ya que aquel se equivocaba hasta leyendo. En fin, que el cambio de una persona por otra SI ES NOTABLE, pero ¿podemos decir lo mismo en cuanto a las políticas?
En cuanto al cambio climático (ese SI que es un cambio importante), Obama tiene una postura diametralmente opuesta a W, que aplicó la política del avestruz de meter la cabeza bajo tierra y dejar el cuerpo afuera. Obama, en cambio desde el discurso de la toma de posesión planteó “cada día aporta nuevas pruebas de que la manera en que utilizamos la energía refuerzan a nuestros adversarios y amenazan a nuestro planeta”…“Utilizaremos el sol, el viento y la tierra para alimentar a nuestros automóviles y hacer funcionar nuestras fábricas”, pero seis meses después, Estados Unidos sigue renuente a firmar el protocolo de Kyoto.
En el terreno militar, todavía no se avizora una retirada real de las tropas de Irak, aunque Obama dice que eso será para agosto de 2010. Ha incrementado su presencia en Afganistán y según se dice, se está cocinando una invasión a Irán.
En lo referente a la política internacional, Estados Unidos sigue siendo tan injerencista como antes, la prueba más reciente es su papel en las lecciones en Irán. Mantiene la misma prepotencia, y las acciones a favor de un mundo de paz no han pasado de los discursos de su presidente.
Obama no ha cerrado la cárcel de Guantánamo, a pesar de que fue una promesa de su campaña electoral. ¿qué no le aprobaron los fondos? buen pretexto, creo que su predecesor no necesitó de tantas autorizaciones para abrirla. En cuanto al empleo de la tortura, denegó la publicación de fotos, no ha ordenado que se investigue el tema, ni ha hecho compromisos públicos de que Estados Unidos no utilizará más los “interrogatorios fuertes” (nombre con que se edulcora el término tortura).
Obama sigue apoyando a sus terroristas “buenos”, o por lo menos permitiéndoles actuar con impunidad, que para el caso es lo mismo. No ha movido un dedo en respuesta a las acusaciones recientes sobre actos terroristas orquestados desde Miami como el plan de magnicidio contra Chávez, por no mencionar que tampoco ha hecho nada para juzgar a Posada Carriles por sus crímenes anteriores, o extraditarlo a Venezuela.
Obama se rehusó a pedir disculpas en nombre de su gobierno por la intromisión de la CIA en Latinoamérica, alegando que son cosas del pasado y que él está interesado en el avance, pero pretende desconocer que la CIA ha mantenido hasta la fecha su intromisión en el área.
Como cubano no puedo dejar de mencionar lo referente a las relaciones de Estados Unidos con Cuba en lo que ha transcurrido de la “era de Obama”.
Obama levantó las restricciones impuestas por Bush sobre los viajes y las remesas, pero dejó intactas las restricciones anteriores, por lo que podemos inferir que el objetivo es ganar simpatizantes, no mejorar las relaciones.
Se ha hablado de reanudar las conversaciones respecto al tema migratorio pero no más allá, en este sentido hay un avance con respecto a W, pero nada distinto a los presidentes anteriores. Obama ha dicho que mantendrá el bloqueo tal y como está, con sus leyes Torricelli y Helms-Burton incluidas. No ha derogado el plan Bush y sigue condicionando cualquier tipo de conversación a “gestos” que exige de Cuba. Sigue pretendiendo decidir el sistema político y los gobernantes que debe haber en Cuba.
El gobierno de Obama ordenó a la Corte Suprema que rechazara la revisión del caso de los CINCO (entre otras cosas porque el caso es tan absurdo que no admite la más mínima revisión). Sin embargo expresa su preocupación por los mercenarios de Estados Unidos que están presos en Cuba, para los cuales reclamó libertad, a fin de que puedan participar plenamente en ”el futuro democrático” de Cuba.
Mister President Obama sigue complaciendo a la mafia cubano americana, y no tiene la más mínima intención de normalizar las relaciones con Cuba. No ha renunciado al objetivo de derrocar la Revolución, sólo está aplicando sus propios métodos (más inteligentes que los de Bush, como era de esperar).
Conclusión, el Cambio de Obama no ha pasado de ser una consigna que no se materializa en hechos. No se ve más allá del cambio de un presidente por otro. No ha sido más que demagogia politiquera.
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