martes, 19 de mayo de 2009

Benedetti en nosotros

GALERÍA DE IMÁGENES: BENEDETTI EN CUBA
"Quemar las naves", en voz de su autor

La Habana, 19 may (dpa) - Algunos de los más destacados representantes de las letras cubanas se dieron cita hoy en la Casa de las Américas de La Habana para rendir homenaje al poeta uruguayo Mario Benedetti, quien vivió exiliado en la isla y defendió su ya cincuentenaria revolución hasta el final de su vida.
"El pasado domingo dejó de existir uno de los más leídos y admirados, y probablemente el más querido de los escritores latinoamericanos de este tiempo", afirmó al abrir el acto Roberto Fernández Retamar, el director del prestigioso centro cultural habanero, que contó con Benedetti entre sus principales impulsores.
El homenaje, en un auditorio repleto por cientos de admiradores, tuvo lugar mientras se celebraba en Montevideo el funeral por el poeta. Durante el acto, los poetas cubanos Pablo Armando Fernández y Nancy Morejón recitaron algunos poemas del fallecido, como "No te salves" o "Un padrenuestro latinoamericano", mientras entre intervención e intervención se proyectaban fotografías de Benedetti, muchas de ellas relacionadas con sus múltiples estancias en Cuba.
Al finalizar el homenaje, en lugar de mantener un minuto de silencio, los asistentes se levantaron y aplaudieron en tributo al poeta.
Benedetti fundó en 1968 el Centro de Investigaciones Literarias de la Casa de América, con la que colaboró intensamente durante décadas.
Fernández Retamar consideró por ello que la muerte del literato conmovió de manera particular a los que se sienten vinculados con este centro cultural, sede del homenaje.
"Mario no fue sólo autor de una literaria múltiple y rica, sino además una conciencia inclaudicable. Ello lo llevó a conocer dolorosas experiencias", afirmó el poeta cubano, mencionando entre estas experiencias la expulsión de Benedetti de Perú en 1975, que le llevó a refugiarse en Cuba, donde ya había vivido años atrás.
Retamar leyó extractos de una carta que le envió Julio Cortázar al enterarse de la expulsión de Benedetti de Perú, para saber si estaba en Cuba: "Me dicen que está con ustedes, cosa que deseo de todo corazón. Mario es uno de los hombres más valiosos de nuestro continente y por tanto siempre en peligro".
El director de la Casa de las Américas consideró que Benedetti "llegó a conocer en vida el reconocimiento incluso multitudinario que se le negara a otros grandes", y destacó además "la hermosa y valiente dignidad de su conducta". "Bien conocimos ambas cosas, obra y conducta, en la Casa de las Américas, donde además de su presencia fundadora nos dio lecciones de modestia y humildad", añadió.
En declaraciones a la prensa, el ministro de Cultura, Abel Prieto, describió al fallecido como una "persona entrañable", "un hombre verdaderamente íntegro" y "con una lealtad a toda prueba", así como "un hombre que llegó muy hondo en sus reflexiones sobre la vida del hombre latinoamericano, la vida del hombre común".
"Es un ejemplo de modestia, como decía Roberto, de creatividad, de apego a sus principios, a los principios de la revolución latinoamericana", afirmó el ministro, quien en sus tiempos de estudiante trató con Benedetti en la Casa de las Américas. "Quedan sus libros para siempre con nosotros. Su ejemplo también".
Por su parte, Pablo Armando Fernández habló de Benedetti como "un ser muy cercano". "Fue muy leal a sí mismo. Realmente un ser extraordinario dedicado a la escritura, la poesía, el ensayo, la narrativa, el periodismo. Realmente Benedetti está para siempre en nuestras mentes y corazones", añadió.
Benedetti recibió en Cuba muchas destacadas condecoraciones, como la Orden Félix Varela, en 1982, y el doctorado "honoris causa" de la Universidad de La Habana. E l diario "Granma", órgano oficial del gobernante Partido Comunista de Cuba, escribió el lunes que la isla recibió a Benedetti "como uno de sus mejores hijos" y que su pérdida "trasciende hacia lo más hondo del inagotable recuerdo".

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