jueves, 12 de marzo de 2009

En su "retiro", Fidel nada, escribe, lee los diarios y estudia a Darwin


Hasta ahora, los únicos datos que llegaban sobre el estado de salud de Fidel Castro, convaleciente de cirugías y enfermedades desde hace casi tres años, eran las fotos que lo mostraban con diferentes mandatarios y los artículos que, con su nombre, aparecen regularmente en la prensa cubana. El sábado, el politólogo y sociólogo argentino Atilio Boron recibió en un restaurante de La Habana una sorpresa: Fidel lo esperaba a las 5 de la tarde y en un ratito pasarían a buscarlo para llevarlo a su encuentro. Dos días después, Fidel escribió sobre esa cita que duró una hora y cuarenta y elogió una ponencia suya en un congreso de economistas. Boron recibió a Clarín para contar datos de la cotidianeidad de Castro hasta ahora inéditos y dio detalles de la conversación que mantuvieron en algún lugar secreto de la isla.
"La verdad, pensé que podía llegar a encontrarme con una persona disminuida. Pero lo que encontré fue todo lo contrario: lo vi con muy buen color y muy buen tono muscular, algo que se hizo evidente cuando nos despedimos, en el apretón de manos y el abrazo", contó Boron. Era una tarde casi de verano, relata, y Fidel estaba vestido con el clásico uniforme de los atletas cubanos, pero con pantalón corto, por lo que "se le veían piernas muy robustas, es más, lo cual demuestra que está siendo muy disciplinado en los ejercicios para su recuperación. Se lo ve muy conectado".› Leer más

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