Washington, 9 nov (EFE).- Los responsables de destruir las cintas de vídeo de la CIA que mostraban las prácticas empleadas por el Gobierno de George W. Bush en interrogatorios a terroristas no se enfrentarán a cargos federales, confirmó hoy el Departamento de Justicia.
El portavoz de esa agencia federal, Matthew Miller, indicó en un comunicado que, después de una "exhaustiva investigación", el fiscal John Durham "ha decidido que no presentará cargos criminales por la destrucción de las cintas de interrogatorio".
Las grabaciones de vídeo, realizadas en 2002, mostraban presuntos actos de tortura contra Abu Zubaydah y Abd al-Rahim al-Nashiri, dos miembros de Al Qaeda.
Su destrucción fue autorizada en 2005 por el entonces jefe de operaciones de la CIA, Jose Rodríguez Jr., poco después de la emergencia de imágenes que mostraban los abusos cometidos por el Ejército estadounidense en la prisión de Abu Ghraib en Irak, alegando motivos de seguridad.
Durham recibió en 2008 el encargo, por el entonces fiscal general Michael B. Mukasey, de examinar si los funcionarios de inteligencia rompieron la ley al destruir los vídeos, una orden que su sucesor, Eric Holder, decidió prorrogar en 2009.
Holder incluyó además en la investigación las prácticas empleadas los interrogatorios de la CIA en las prisiones de Irak y Afganistán, pero esa parte de la pesquisa aún sigue abierta.
El Departamento de Justicia no ha dado más detalles sobre los motivos de la decisión de Durham.
No obstante, fuentes familiares con la investigación apuntan a que podrían presentarse otros cargos relacionados con la obstrucción de la justicia o la inducción a error a los jueces durante el proceso, que ha durado tres años, según el Washington Post.
El abogado del ex jefe de operaciones de la CIA, Robert S. Bennett, celebró la noticia, que consideró "la decisión correcta dados los hechos y la ley", de acuerdo con el diario.
"José Rodríguez es un héroe estadounidense, un verdadero patriota que sólo quería proteger a su gente y su país", dijo Bennett.
Por su parte, el antiguo consejero general de la CIA, John A. Rizzo, que en su momento se enfureció al descubrir que las cintas habían sido destruidas a sus espaldas, calificó la decisión como "un alivio para la agencia y para los muchos empleados inocentes que se encontraron en medio de esta investigación".
Las dudosas prácticas empleadas durante el mandato de George W. Bush (2000-2008) en los interrogatorios a sospechosos de terrorismo, en especial las de asfixia simulada ("waterboarding", en inglés), fueron uno de los mayores focos de descrédito hacia el ex presidente, quien sin embargo continúa defendiéndolas en sus memorias, "Decision Points", publicadas hoy.
Por supuesto que no van a presentar cargos por haber destruido esas cintas porque esas cintas eran la prueba las prácticas empleadas por el Gobierno de George W. Bush en interrogatorios a terroristas, que no dejaban nada bueno que desear, y si no las hubieran destruido las iban a destruir ellos de todas formas, así que mas bien lo que hicieron fue un favor.
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