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miércoles, 17 de marzo de 2010
En Europa la tortura es un negocio
› De lo que los intelectuales españoles no hablan
LONDRES, 17 (ANSA)- Compañías europeas están participando de la venta mundial de instrumentos utilizados ampliamente para prácticas de tortura y malos tratos, según denunció hoy un informe del organismo Amnistía Internacional (AI) y la Fundación de Investigación Omega.
Esposas metálicas, cadenas especiales e instrumentos de electroshock para la descarga de hasta 50.000 voltios a prisioneros y detenidos son algunos de los "equipos de tortura" destacados en el reporte, que se titula "De la palabra al hecho".
El documento denunció que entre 2006 y 2009, la República Checa dio licencias de exportación para cadenas, armas de descarga eléctrica y esprays químicos a seis países donde la policía y los servicios de seguridad han utilizado previamente dichos instrumentos para la tortura y malos tratos.
También destacó que Alemania exportó dichos instrumentos a tres países, y que tanto Italia como España promovieron la venta de tecnología para la descarga de shock eléctricos de hasta 50.000 voltios para ser utilizados contra prisioneros.
Aunque cinco países (Bélgica, Chipre, Italia, Finlandia y Malta) dijeron no estar al tanto de compañías productoras de esos aparatos, el informe subrayó que empresas finlandesas, italianas y belgas "subrayaron abiertamente en sus sitios de Internet o en entrevistas públicas que venden dichos ítems a terceros países".
La venta de productos continuó a pesar de que en 2006 la Unión Europea (UE) introdujo una prohibición para el comercio internacional de equipos de seguridad diseñados para prácticas de torturas y malos tratos.
El reporte será discutido este jueves en Bruselas por el Subcomité sobre Derechos Humanos del Parlamento Europeo.
Por su parte, AI y la Fundación de Investigación Omega instaron a la Comisión Europea y a los estados miembros de la UE a cerrar agujeros legales dados a conocer en el documento, implementando adecuadamente y haciendo cumplir dicha regulación.
"La introducción de controles europeos sobre comercio de 'instrumentos de tortura', luego de una década de campaña por parte de organizaciones de derechos humanos, fue una legislación histórica. Pero después de tres años de que esta ley entró en vigencia, varios Estados europeos han fallado a la hora de implementarla propiamente o hacer cumplir la ley", declaró Nicolás Beger, director de AI para Europa.
Por su parte, Brian Wood, a cargo del área de Seguridad Militar y Asuntos Policiales de Amnistía, afirmó que la investigación "muestra que a pesar de nuevos controles, varios Estados miembro, incluidos Alemania y la República Checa, han autorizado desde 2006 la exportación de armas e instrumentos de tortura a al menos nueve países donde Amnistía Internacional ha documentado el uso de dichos aparatos para la tortura.
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