lunes, 15 de marzo de 2010

Guillermo Fariñas: Los "jugos" de la SINA y el billete de sus "amiguitos"

Por M. H. Lagarde

En una reciente entrevista concedida a la publicación Milenio Semanal el huelguista Guillermo Fariñas ha intentado negar su condición de mercenario a servicio de Estados Unidos con la siguiente declaración:

“A mi lo único que me ha podido ofrecer en algunas ocasiones la oficina de intereses de Estados Unidos es jugos, porque yo no tomo ni bebidas alcohólicas. La oficina de intereses en Cuba tiene por norma que no te ofrece ningún tipo de financiamiento, no te lo puede ofrecer. Ahora, sí me siento orgulloso de que mis hermanos en el exilio, y otros grupos en América y en Europa, después de que fueron opositores pacíficos, como lo soy yo ahora, me den financiamiento particular”.

Pero, ¿quiénes son esos amigos a los que hace referencia Fariñas?
Uno de los principales socios del campeón de los huelguitas cubanos es Ángel de Fana Serrano, Líder de la organización contrarrevolucionaria Plantados hasta la Libertad y la Democracia en Cuba. La organización que dirige este colaborador de la CIA, vinculado con la organización criminal Alpha66, y amigo del anciano terrorista Luis Posada Carriles, es una de las tantas dedicadas a sufragar a la contrarrevolución cubana desde territorio estadounidense.
A propósito de una carta suscrita en abril de 2009 por varias organizaciones "disidentes", para que el presidente velara porque el dinero que se empleaba para pagar la subversión contra Cuba no se quedara en Miami y llegara a los “opositores” de la Isla, de Fana dejó claro que “el dinero que el gobierno de Estados Unidos envía a la Isla sirve para que se apoye la divulgación de denuncias e informaciones que envían los periodistas independientes, que se lleven a Ginebra y a otros foros internacionales las violaciones de derechos humanos del pueblo cubano, que se organicen eventos internacionales para apoyar a la oposición interna, que se editen libros y otros documentos (entre ellos algunos de presos políticos y opositores que residen en Cuba) que luego se utilizan en las bibliotecas independientes, que se envíen medicamentos y algunos alimentos a compatriotas dentro de la isla; que se envíen radios y otros medios de comunicación y de apoyo a la labor de los activistas, entre otras muchas cosas, que benefician la lucha por la libertad de Cuba, y, en nuestro caso particular, permite la estructura logística”.
Entonces, de acuerdo con de Fana, los contribuyentes norteamericanos no eran los únicos estafados por los mercaderes de la confrontación. Los opositores implicados en la guerra contra Cuba obtienen “unos 300 000 dólares al año de contribuciones privadas, de empresarios y trabajadores exiliados cubanos, algunos de los cuales son personas retiradas que envían cinco o diez dólares, para que lo hagamos llegar a los familiares de los presos políticos y a algunos opositores democráticos”…
Casi un mes después, el recordista de huelgas cubano Guillermo Fariñas le escribió una larga carta a De Fana sobre el mismo tema y sobre la guerra de rapiña desatada entre los llamados "disidentes" cubanos por acaparar, en su propio beneficio, la mayor cantidad de billetes.
Su amistad con De Fana no deja lugar a dudas, si se tiene en cuenta las serias acusaciones que el huelguita lanza sobre el carácter mercenario de algunos de los principales “dirigentes” de la llamada “oposición” cubana.
En la misiva, publicada en internet, Fariñas apuntaba:

”Le pongo otro ejemplo diferente al del hoy: prisionero político, José Díaz Silva. Este nos confesó -a Héctor Palacios, Francisco Chaviano, Pablo Silva, José Vélez y a mí-, que Martha Beatriz le había exigido que renunciara a la Agenda y a la Unidad Liberal de la República de Cuba, o de lo contrario dejaría sin trabajo a su esposa, quien realiza labores domésticas en casa de la propia Martha Beatriz. De haberse materializado esa amenaza, la familia de este valiente opositor habría dejado de percibir 200 pesos convertibles cubanos, el sueldo que Roque Cabello le paga mensualmente a la hermana Lourdes Vieito, cónyuge de Díaz Silva”.
“A pesar de que habían renunciado ya a sus cargos como secretarios Pro Tempore, Martha Beatriz y Vladimiro les mandaron a pedir a los ex prisioneros de conciencia Félix Bonne Carcassés y Francisco Chaviano González los teléfonos móviles que les había otorgado la Junta de Coordinadores de la Agenda, actuando como si todavía ellos tuvieran algún tipo de potestad sobre los medios asignados por esta entidad, y con la amenaza de invalidarlos técnicamente de no serles entregados”.
“También está la apropiación de doce computadoras de mesa ya usadas marca Dell, cedidas por una embajada acreditada en La Habana a la Agenda para la Transición Cubana, y que, porque estaban en la antigua sede; o sea, en la vivienda de Vladimiro Roca, este y Martha Beatriz se las apropiaron y no se las entregaron al nuevo Secretariado Pro Tempore recién elegido. Ahora, para asombro nuestro, las están subastando por Internet, a través de la dirección electrónica de Vladimiro.
Por último, aunque no menos importante, está la apropiación de la suma de 600 pesos cubanos convertibles, que, según declararon ambos ante la Junta de Coordinadores, ya tenían en su poder, separados de los restantes recursos monetarios de la Agenda, a fin de pagar los premios de un concurso convocado por esta coalición. Pese a las reiteradas peticiones de que entregaran esa suma, la dejaron en sus bolsillos.
Se pudieran decir otra gran cantidad de arbitrariedades y desmanes cometidos por Martha Beatriz Roque Cabello y Vladimiro Roca, pero como buen presidiario voy a guardarme algunas cartas bajo la manga, para poder refutar, en su caso, sus réplicas y las de sus acólitos. Con lo que sí yo cuento es con que usted y su equipo de trabajo sepan poner -como siempre lo han hecho-, a la Patria y su verdadera libertad por encima de diferendos personales. Hermano Ángel De Fana”.

› La carta de Fariñas a de Fana

› La autocensurada autobiografía de Guillermo Fariñas

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